Barberá ningunea a Leire Pajín

En primera línea del balcón consistorial, antes de disparar la mascletà, la fallera mayor de Valencia grita aquello de: "Senyor pirotècnic, pot començar la...". A derecha e izquierda la acompaña su corte de honor, también la alcaldesa y luego quien ella disponga. El domingo fue el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, el miércoles la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández De la Vega, pero ayer, en vez de Leire Pajín, número 3 socialista, la alcaldesa prefirió la compañía de tertulianos de Canal 9. A la secretaria de Organización del PSOE no la recibió en su despacho como hizo con Rajoy, De la Vega o el líder del PSPV, Jorge Alarte. Tan solo la saludó en el balcón, de paso a primera fila. Pajín se quedó en tercera, junto a la portavoz municipal socialista, Carmen Alborch, el secretario general de Valencia, Salvador Broseta y Jorge Alarte.

La dirigente socialista llegó a Valencia a mediodía. Pasó por la sede del PSPV, donde compareció antes los medios y luego caminó hasta el Ayuntamiento. En la rueda de prensa, Pajín pidió explicaciones al PP, en concreto a su vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, sobre la querella presentada el miércoles por la Federación Valenciana de Televisiones en su contra, por presuntas irregularidades en la adjudicación de canales de TDT que realizó siendo consejero de Presidencia de Francisco Camps. González Pons habría adjudicado 13 licencias al empresario imputado en el caso Gürtel, José Luis Ulibarri.

El PP, sin embargo, le había preparado un comité de recepción a Pajín. Antonio Clemente su secretario general, la hizo cómplice de la moción de censura de Benidorm y la invitó a visitar el barrio de El Cabanyal, ya que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández De la Vega, "se negó el miércoles a hacerlo". "Que vaya", animó Clemente, "y así de paso que coma en un restaurante de la playa y compruebe su importancia para el turismo valenciano". Vicepresidencia desmintió más tarde que De la Vega no quisiese ir a El Cabanyal.

La mascletà de ayer, obra de los Caballer, dejó el balcón temblando. Pajín, que acudía por primera vez, se escurrió rauda al vestíbulo. Antes, se esforzó en dejar muy claro que ella en Valencia se siente muy a gusto.