Aymerich descalifica a Feijóo por sus "desprecios a Galicia"

Si Feijóo tenía alguna esperanza de abrir una brecha en la oposición a cuenta de las cajas, Carlos Aymerich no tardó en rebajarle las expectativas. No se alineó con el PSdeG, pero la crítica al desarrollo de las negociaciones con el Gobierno fue tan profunda que cerró el paso a cualquier alianza, a pesar de que Feijóo regalara los oídos de los nacionalistas con halagos a su posición. El portavoz del BNG relató los "reiterados fracasos" de la Xunta en sus relaciones con el Estado: la financiación autonómica, las transferencias y, por supuesto, las cajas. "¿Cómo alguien que diariamente desprecia nuestra lengua y minusvalora nuestro autogobierno puede ser tomado en serio cuando defiende el derecho de Galicia a contar con cajas de ahorro propias?", se preguntó.

"Sus ataques contra el gallego, sus desprecios a nuestra cultura y la minusvaloración de nuestro autogobierno nos están saliendo muy caros. Respete a Galicia y logrará que Galicia sea respetada; siga despreciándola y seguirá cosechando fracaso tras fracaso en sus relaciones con el Estado", le recriminó. Para rematar: "Y el proceso de negociación de la nueva Lei de Caixas es un buen ejemplo de lo que le acabo de decir".

Desde luego, no ayudó a que cuajara frente alguno con Feijóo que éste cerrara su discurso matinal con una cita de Castelao traducida al castellano. "Por Blanco Amor, ¿le parece que no tiene carné de galleguista?", le desafió Feijóo. A Aymerich le hicieron poca gracia las "provocaciones" del presidente. "Fuera sus fouces de Castelao", le instó. No había mucho margen para el entendimiento.

Ya antes de marcar distancias con las cajas, el portavoz nacionalista había tenido tiempo de deshacerse en reproches a Feijóo. Como Pachi Vázquez, le recordó al presidente sus promesas de acabar con la crisis en mes y medio. Fue su primer aviso en materia económica. A partir de ahí, un recuerdo para los 30.000 parados más que hace un año, a los 38 millones de euros deducidos de las políticas activas de empleo, a las 200 embarcaciones perdidas del sector pesquero o a las 1.040 explotaciones lácteas cerradas en un año. También a la paralización de las inversiones del concurso eólico, a la caída de la licitación a 590 millones de euros y, por supuesto, al Xacobeo. "No se trata de que las cifras sean peores que las de 2004, ¡es que son peores que las del año anterior, que no era Xacobeo!".

Como era de esperar, hubo mención especial para el proyecto de decreto del idioma. Feijóo, acusó, "sigue empeñado en limitar la presencia del gallego en los colegios", de manera que le instó a "abandonar su empeño suicida" y a que "cumpla con su deber de defender la lengua e identidad".

El decreto del gallego le sirvió a Aymerich para resumir el primer año de la Xunta del PP. "Tiene como único logro en un año dar marcha atrás en la protección de nuestra lengua; valiente decisión". Como el socialista Manuel Vázquez, recriminó al presidente sus promesas inconcretas. Y alguno de sus anuncios, como el de incluir la segunda vivienda en las exenciones fiscales.