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Caja Vital, ¿en manos del PNV en 2012?

Los 'jeltzales' tendrán mayoría absoluta en la asamblea que se elija tras los comicios de 2011 si PSE y PP siguen divididos - El vuelco, clave para la fusión de las cajas

El PNV tendrá garantizada la mayoría absoluta en la Asamblea General de la Caja Vital a partir de 2012 si PP y PSE-EE mantienen entonces su actual fractura política en Álava. Los jeltzales se asegurarían prácticamente el 54% de los 100 consejeros generales en la futura renovación de los órganos de la caja, que surja de unas elecciones internas que se celebrarán meses después de conocer los resultados de los comicios forales y locales de 2011. Como referencia, a partir del próximo 30 de marzo, se le adjudica al PNV un control del 48% de la Asamblea, aproximadamente. El peculiar sistema de representación en la entidad financiera no distingue entre núcleos de población, y así los nacionalistas se favorecen de su control en la zona rural del territorio, a pesar de ser la tercera fuerza en Álava. A esta posición privilegiada se uniría el divorcio de sus dos principales rivales, y así la mayoría absoluta quedaría en sus manos en 2012.

El sistema de elección favorece el dominio 'jeltzale' en la población rural

Este futuro escenario, asumido hoy por todas las partes políticas implicadas, aportaría al PNV de nuevo el control absoluto de las tres cajas vascas -la BBK, la Kutxa y la Vital- y coincidiría, además, en el calendario con un momento considerado "más idóneo" para retomar el proyecto de la fusión de las tres cajas vascas. El propio Mario Fernández, presidente de la BBK, entiende que finales de 2011 puede ser una fecha adecuada para recuperar la iniciativa bajo una previsible mejoría de la economía. En círculos financieros, un analista admite que si las tres cajas decidieran entonces dar el paso adelante, favorecidas por su mismo color político, el Gobierno vasco "quedaría comprometido", porque, recuerda esta fuente, "Patxi López siempre ha dicho que respetará la voluntad de las cajas cuando planteen su fusión".

En el PNV se asume como "factible" esta recuperación del poder en la caja alavesa, y además "sin desgaste alguno", apunta un dirigente alavés. Precisamente, a esta sólida expectativa podría atribuirse la significativa decisión jeltzale de incorporar a cualificados afiliados -Javier Balza, Juan Ramón Guevara, Juan María Ollora y Ana Agirre- en su plancha de nuevos consejeros de la Asamblea de la Vital. "Hemos apostado por gente profesional contrastada", admiten en el ABB, cuyo presidente, Iñaki Gerenabarrena, es, ademas, vicepresidente de la Vital.

Por si fuera poco, hay quien interpreta la elección de contrastados abogados como Balza y Guevara -ahora comparten bufete en Vitoria- en función de la intricada situación jurídica que puede deparar la causa judicial que se sigue contra la renovación de cargos del actual mandato y que afecta al presidente, Gregorio Rojo. "Se puede dar una situación muy incómoda, ya que un fallo a favor de las tesis del PP obligaría a volver al punto de partida", apunta un abogado conocedor del proceso, y "entonces el PNV podría jugar sus bazas con estos nombres".

Precisamente, la urgencia por abortar esta batalla judicial que espera en breve el fallo de la Audiencia Provincial de Álava ha provocado el enésimo enfrentamiento entre la cúpula del PP alavés y Txarli Prieto, líder provincial socialista, instigador de una propuesta que sustentaban también el PNV y la patronal SEA, pero "imposible" de digerir por los populares, según su dirigente Javier de Andrés. Este polémico desacuerdo deja, de paso, en una incómoda posición a Gregorio Rojo en vísperas de que asuma la presidencia de la Cámara de Comercio de Álava, donde tampoco tendrá al PP de su lado.

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Los populares restan importancia al riesgo fundado de quedar "fuera de foco" en los órganos económicos del territorio, ya que pierden poder en la Vital y en la Cámara como consecuencia directa de su ruptura con el PSE. "Los ciudadanos saben lo que está pasando y los empresarios, también", reconoce uno de sus dirigentes en una lectura dirigida a las elecciones de 2011.

¿Puede recuperarse el entendimiento entre PSE y PP en Álava? Ahora mismo no, porque la desconfianza es absoluta. "Sólo quieren bronca", repite Prieto. "El PSE prefiere entenderse con el PNV", acusa De Andrés.

Ambos portavoces serán rivales en una lucha por hacerse con la Diputación que se presume cruenta, aunque no menos agresiva que la política de pactos a la que obligará el fraccionado voto entre los tres principales partidos a niveles local y foral. En el PP son conscientes de que "tal y como pintan las cosas ahora", están "obligados" a ganar para poner a prueba "no a Prieto, sino al lehendakari" para ver "si son capaces de no respetar el resultado". Los populares están seguros de que "PSE y PNV tienen atado el acuerdo político y se apoyarán". Prieto, bestia negra del PP como antes lo fue Patxi Lazcoz, lo niega. "Vamos a ganar Ayuntamiento y Diputación", prevé.

Gregorio Rojo (derecha), con su actual vicepresidente, el peneuvista Iñaki Gerenabarrena, y el socialista Txarli Prieto (de espaldas) en la asamblea de la caja de marzo de 2008.
Gregorio Rojo (derecha), con su actual vicepresidente, el peneuvista Iñaki Gerenabarrena, y el socialista Txarli Prieto (de espaldas) en la asamblea de la caja de marzo de 2008.L. RICO

Un curioso cruce de apoyos

Con los datos en la mano, el PP asegura que "PNV y PSE han pactado" sus respectivos apoyos para favorecerse en la elección de nuevos consejeros generales de Vital. Así se explicaría cómo en seis localidades (Bernedo, Urkabustaiz, Arraia-Maeztu, Ribera Alta, Berantevilla y Valle de Arana), sus plenos municipales han coincidido curiosamente en respaldar la elección de Javier Balza (PNV) y Blanca de la Peña (PSE). A su vez, Ribera Alta (PNV) ha apoyado al segundo candidato socialista.

En la inminente renovación, de las 15 corporaciones municipales que entrarán, la representación se distribuye entre 11 nacionalistas, dos populares y otras dos socialistas.

Por la Diputación de Álava, tres consejeros serán del PNV y dos del PSE; por el Ayuntamiento de Vitoria, tres del PSE y dos, del PNV. En el capítulo de impositores, mayoría (ocho) de Vital Sí, relacionada con el PP; PNV (cinco), PSE (tres), Langile (LAB, dos), Grupo Independiente (dos), CCOO (uno), Cultura (uno). A su vez, a propuesta de los trabajadores accederán Juan Antonio Ordoñana, Enrique Ortiz de Urbina y José María Cossio Cristóbal.

Así, de los 100 consejeros que compondrán la nueva Asamblea General, 30 proceden de las corporaciones locales, repartidos entre 22 nacionalistas, cuatro del PSE y cuatro del PP; por Diputación y Ayuntamiento, empate a 10 de PSE y PNV, mientras por los impositores, los nacionalistas sumarían nueve, el PSE seis y el PP contaría con 15 de Vital Sí. Finalmente, entre los trabajadores, tres estarían cerca de posturas nacionalistas y otros cuatro repartidos entre PP y PSE.

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