Más coherencia

Un día más aparece un artículo antitaurino en EL PAÍS (¡cómo se echa en falta a Joaquín Vidal!). En esta ocasión la munición gruesa proviene de Jesús Mosterín, quien repite en su columna los adjetivos: sufrimiento, crueldad, tortura pública... y además pone como modelo a seguir a Inglaterra, olvidándose de la caza del zorro.... En la relación de países donde se practica la lidia se olvida de las numerosas plazas francesas y compara la violencia terrorista colombiana con los toros. Leer para creer...

Hay que ser coherentes. Si se pide la abolición de las corridas de toros se debe solicitar la desaparición de la caza -y de paso prohibir parte de la literatura de Delibes que la fomenta-, la pesca, los zoológicos y los parques acuáticos, los circos donde se exhiben fieras africanas y polares... Se deben prohibir los mataderos, la cría intensiva de gallináceas, conejos y marmotas en cautividad donde se los electrocuta en general para alimentarnos. ¿O hacerlo en la intimidad es más ético? Tal vez el problema está en que la lidia se practica públicamente y sólo por eso es cruel. ¿O acaso los peces, pollos, conejos, no sufren cuando se les sacrifica en los mataderos? Y de paso, ¿qué hacemos con los inmensos paraísos naturales campestres en los que habitan las miles de reses bravas, con el único fin de servir a la fiesta taurina? ¿Tal vez urbanizaciones.