Víctimas del naufragio
La eliminación ante el Lyon dejará secuelas particulares en directivos y jugadores
Maradona repetía que el fútbol "siempre te da revancha". Ahora, él sabe mejor que nadie que eso es imposible. Hay partidos que no admiten réplica. Sus consecuencias repercuten en la vida de las instituciones y sus protagonistas durante años. La eliminación del Madrid ante el Lyon fue el fracaso de un proyecto a largo plazo que pretendía obtener resultados inmediatos. Desde ayer se sabe que los resultados automáticos son improbables. Los damnificados de la noche del miércoles deberán redoblar su esfuerzo, y su paciencia, para alcanzar los objetivos que se habían propuesto.
- Florentino Pérez. El presidente de ACS llevaba años acariciando la idea de dirigir otro proyecto deportivo memorable en el Madrid. Asumió el cargo en junio de 2009 consciente de que se le presentaba una segunda oportunidad y se propuso arrancar a lo grande. Apuntó un plan a cuatro años pero su meta fue causar un impacto inmediato. "Tenemos que hacer en un año lo que no se hizo en tres", anunció el presidente en el verano. Invirtió 252 millones de euros en fichajes con el objetivo de ponerse a la par del Barcelona y el Manchester cuanto antes. Sabía que no sería sencillo. Para lograrlo, mezcló fichajes que potenciaban el valor económico de la marca del club -llamados "estratégicos"- con incorporaciones que cubrían necesidades futbolísticas puntuales. Todos los jugadores, menos uno, han estado a la altura de las expectativas. Cristiano, Benzema, Xabi, Arbeloa, Granero y Albiol demostraron adecuarse al gran reto en la medida de sus posibilidades. El único que ha rendido por debajo de las expectativas ha sido Kaká. Precisamente, la piedra fundamental del proyecto. Motivo de gran preocupación para Florentino Pérez, que ha puesto todo su empeño en recuperarlo de su misteriosa depresión.
- Kaká. El Bernabéu lo despidió con una pitada ruidosa cuando Pellegrini lo reemplazó por Raúl. El Lyon acababa de empatar (1-1) y la afición señaló al brasileño como al principal responsable. Fue una acusación aislada. El público asimiló la decepción con discreción. No hubo reproches para el entrenador, ni para el palco, ni para los jugadores. La gente, avisada para distinguir propaganda de realidad, comprende que, a pesar de la inversión espectacular del verano, el camino por recorrer es largo. Lo único que no entiende la grada es a Kaká. La hinchada no acaba de creerse que una simple pubalgia haya transformado un Balón de Oro en lo más parecido a un futbolista del montón. El bochornoso mensaje que Carolina Celico, su esposa, rebotó desde su twitter llamando "cobarde" a Pellegrini, no hace más que reafirmar que Kaká es un problema.
- Valdano. El director general del club, como máximo responsable deportivo, no fue capaz de persuadir al presidente de la necesidad de contratar a otro centrocampista. Tampoco logró respaldar a Pellegrini cuando pidió públicamente que no vendieran a Sneijder. La venta de Sneijder le hizo más daño a Pellegrini que todas las campañas que pudo hacer la prensa en su contra.
- Pellegrini. El entrenador chileno nunca fue el hombre que Florentino Pérez quiso para su banquillo. El presidente del club intentó contratar a Wenger y a Ancelotti. Sólo cuando le fallaron sus dos preferidos delegó en Valdano la búsqueda de una tercera opción. Lo contrataron por su perfil bajo, y, fiel a su naturaleza, dejó que le armaran la plantilla otros. Ahí empezó su declive. Ahora deberá superar claramente al Barça en la Liga para ganarse la confianza que Florentino Pérez nunca le tuvo.
- Higuaín. El delantero argentino es, después de Xabi y Cristiano, el jugador más destacado del Madrid esta temporada. El chico ha explotado como un goleador de categoría. Sólo ha fallado una vez. Donde los más grandes no fallan: en el partido más decisivo del año, contra el Lyon. Aun es un chaval. Tiene 22 años y le queda mucho tiempo para crecer.
- Raúl. El capitán, de 34 años, disputó ante el Lyon el que pudo ser su último partido en Liga de Campeones. Entró en la segunda parte y la única contribución que se le recuerda es una patada al central brasileño Cris.
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