La escasez de papel hace subir la Bolsa

La Bolsa española consiguió ayer reaccionar al alza al constatar los inversores que el papel no sale a estos precios, en términos generales. Aunque la sesión se abrió dejando atrás enseguida el nivel de los 11.000 puntos del Ibex 35, la escasez de posiciones vendedoras fue animando a asumir algunos riesgos, con lo que este índice inició un avance que, aunque irregular, terminó en una subida del 1,07% para cerrar en 11.121,00 puntos.

La facilidad que está encontrando el Tesoro público para colocar deuda en diversas modalidades demuestra que la inversión externa duda mucho menos de la solidez financiera de España.

La renta variable española se empieza a beneficiar de esa vuelta a la confianza de los grandes inversores, aunque todavía hay que arrastrar el lastre de la lentitud en la incorporación a la recuperación económica, pero el mercado ya ha descontado esa cuestión y el Ibex 35 cotiza por debajo del resto de los principales índices europeos.

Para algunos observadores, ese diferencial que ofrece el Ibex 35, y que afecta a valores poco sospechosos de no poder hacer frente a los problemas derivados de la crisis, es un aliciente a tener en cuenta ante las próximas semanas, siempre en el supuesto de que el proceso de consolidación siga con paso firme.

Esta vez los valores bancarios protagonizaron la reacción del mercado desde los mínimos de la apertura, con una aportación importante de los bancos medianos, hasta ahora algo más olvidados al centrarse los inversores en los valores con mayor liquidez.

La contratación en el Mercado Continuo ascendió hasta los 3.233,46 millones de euros, aunque fueron las operaciones del "mercado de bloques" con títulos de Telefónica y BBVA, por más de 1.100 millones de euros, las causantes de la subida. Las operaciones del "mercado abierto" se mantuvieron prácticamente en el mismo nivel que el martes, con 1.855,37 millones de euros. Como viene sucediendo en los últimos días, entre los cinco principales valores del mercado movieron dos tercios del total de las operaciones, dando la sensación de que se hacen operaciones fijas todos los días, una especie de mantenimiento para mantener engrasado el mercado en tanto aparecen los inversores finales.