Incautada una tonelada de cocaína disuelta en pulpa de fruta congelada

Nuevo golpe al narcotráfico. La Agencia Tributaria y el Cuerpo Nacional de Policía se han incautado en Navarra de una tonelada de cocaína que entró a la península en enero, a través del Puerto de Bilbao. Disuelta en pulpa de fruta congelada, la droga permanecía oculta en 110 bidones que fueron transportados desde Colombia en un contenedor refrigerado. Su valor en el mercado ilícito hubiera superado los 30 millones de euros, según precisó ayer el Gobierno central. La operación, denominada Candela, se ha saldado con la detención de siete personas en el País Vasco y Andalucía.

Gestada en 2008 al descubrirse una trama para la introducción de grandes cantidades de droga en Europa, la intervención policial culminó el pasado 27 de enero, cuando fueron descubiertos los bidones en un pabellón industrial que los supuestos cabecillas de la trama habían alquilado en la localidad navarra de Viana. Los agentes sorprendieron a los traficantes manipulando parte del alijo para separarlo de la fruta mediante un complejo proceso químico encaminado a convertir la cocaína líquida en polvo. Fuentes de la investigación apuntaron, no obstante, que la pulpa sólo se utilizaba como tapadera y que no estaba destinada al consumo.

La droga partió de Colombia el 12 de diciembre en un contenedor refrigerado que, tras cruzar el Canal de Panamá, arribó al puerto de Algeciras 18 días después. Tras hacer transbordo a otro buque, la cocaína fue finalmente descargada el 14 de enero en Santurtzi, desde donde fue trasladada por carretera hasta Álava primero, y al polígono industrial de Viana después. Para eludir los controles aduaneros, la organización estableció contactos comerciales con empresas exportadoras radicadas en Ecuador, Perú y Colombia, así como con firmas importadoras legales en España, con varios testaferros al frente de ellas.

Más allá de Navarra y Euskadi, la operación Candela conllevó actuaciones en Málaga y Alicante. En total, han sido detenidas siete personas en el País Vasco y Andalucía. Además, han sido intervenidos tres turismos, una furgoneta frigorífica, equipos informáticos, teléfonos móviles, varios pasaportes falsificados de gran calidad, abundante documentación y 5.500 euros en efectivo. Los arrestados ya han pasado a disposición de la autoridad judicial, que ha decretado prisión para todos ellos. La operación se da por concluida.

Fuentes de la investigación consideraron ayer la operación como "una de las más importantes del último año". La práctica de introducir alijos en Europa a través de buques mercantes se está expandiendo, pese a su mayor complejidad y coste, debido a la creciente persecución de las embarcaciones que cruzaban específicamente el Atlántico para acercar la droga hasta Marruecos, como paso previo a su entrada en el viejo continente.

Hace un par de semanas, la Guardia Civil aprehendió otros 1.300 kilos de cocaína en el puerto de Valencia.