"Que me quiten la cartulina roja"
Reyes dice que Eliseu le confesó cómo hizo picar al árbitro
El brinco del banquillo del Atlético fue significativo tal y como estaba el encuentro, cerrado en principio por jugar en inferioridad numérica, pero abierto para Ibrahima, que renovó esta semana su contrato y lo celebró a lo grande. Nada nuevo para el ariete, que hizo lo mismo frente al Sporting. "He salido al campo sabiendo que cada balón que llegase tenía que rematarlo", aclaró. "Su fe y la de todo el equipo nos ha salvado", convino Quique Flores, un tanto desahogado. Le cambió el rictus, sin embargo, cuando se le preguntó sobre Reyes.
Tras la ducha, Reyes buscó a Eliseu por los pasillos de La Romareda. "¿Por qué te has tirado?", le recriminó. "He visto que el árbitro estaba caliente contigo y he pensado que picaría. Así ha sido", dijo Reyes que le contestó el luso. Y exigió: "Que sean justos y me quiten la cartulina roja porque no le he tocado".
Para el entrenador del Atlético, la agresividad del rival fue desorbitada. "Reyes ha recibido mucho", argumentó. No lo entendió del mismo modo el del Zaragoza, José Aurelio Gay. "Ha habido alguna entrada que era falta y así se sancionó", se arrancó, "pero muchas veces se fue al suelo sin tocarle. A pedir, pedir y pedir". Gabi amplió: "A nosotros también nos han pegado bastante". Reyes, al final, recibió la tarjeta roja por perder los nervios. "No he visto la jugada", puntualizó Ujfalusi. "Es que no me han dado muchas patadas, sino demasiadas", remarcó el mismo Reyes. "El jugador jura que no tocó a Eliseu. Son jugadas confusas que habrá que ver detenidamente", resolvió Quique, en concordancia con Reyes.
No remató el Atlético a puerta más que en dos ocasiones. "En la defensa no hemos sufrido, pero en la ofensiva se ha movido la pelota en zonas frías", aclaró Quique. Quizá por eso cambió a Forlán, que se agarró un tremendo enfado al ser sustituido. "A nadie le gusta que le cambien, pero tiene que entender que nadie es imprescindible y que hay otros que también pueden jugar", le advirtió el entrenador. Hasta que Ibrahima acertó. "Ha estado afortunado", dijo Quique, "pero ha hecho lo que necesitábamos: agresividad en los últimos metros". Lo lamentaron desde el Zaragoza. "Nos han sobrado dos minutos", puntualizó Gay, "porque ese gol se podría haber anulado con la pelota en los pies".
Quique no escondió su satisfacción: "El punto es bueno. Seguimos con un despegue formal para alcanzar Europa". Ibra remató: "Un gol importante para nuestras aspiraciones".
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