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ESTA SEMANA
Columna
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Dirigir

Tal vez, sin pretenderlo, Chaves ha marcado el camino a José Antonio Griñán. En la entrevista de ayer en EL PAÍS, a propósito de los difíciles equilibrios que se deben ejercitar, precisaba que el problema no es dirigir sino cómo hacerlo, al tiempo que advertía que la clave para mantener un partido unido y cohesionado pasa por hacer un reconocimiento del peso que tienen las organizaciones provinciales, respetar su autonomía "y que tengan su juego en las políticas regionales". Se puede considerar como todo un consejo en el momento en el que se afronta el capítulo, quizás, más delicado como es el de configurar la nueva ejecutiva regional que surja del congreso extraordinario de esta semana en Sevilla.

En definitiva, con sus palabras, subrayaba la importancia que tiene el criterio territorial a la hora de definir el equipo que ha de acompañar a Griñán en su nueva etapa. O lo que es lo mismo, ponía el foco en el carácter aglutinador que debe impregnar el trabajo y las decisiones que adopte el próximo secretario general para que ninguna organización quede al margen. En verdad, se trata de un principio relativamente fácil. Sólo es cuestión de incorporar a los "más capaces" de uno y otro lado, como dice el propio presidente andaluz. Pero tampoco hay que olvidar otro aspecto, como es el del respeto a la autonomía de cada una de las formaciones en las provincias. Pues a tenor de cómo se han desarrollado los congresos previos, todo hace indicar que, en efecto, no ha habido interferencias, y que las respectivas direcciones han tenido el margen suficiente para sacar adelante sus congresos sin especiales conflictos. Ni siquiera las turbulencias que se presagiaban en Málaga han llegado a confirmarse, gracias a la extraordinaria labor de su secretario general, Miguel Ángel Heredia, quien tiene a su partido como la seda, esto es, como una balsa de aceite, sin problemas internos dignos de destacar. Tampoco los griñanistas de última hora han conseguido meter cabeza en ese importantísimo cónclave regional por mucho que algunos hasta se consideraran ungidos personalmente por el propio presidente. En otra ocasión será. Lo importante es que ya no habrá excusa. Con todos los resortes del poder, sin bicefalia alguna, sólo él y los que se sitúen a su lado más próximo, serán los únicos responsables de lo que acontezca y del rumbo que adopte la federación socialista más poderosa de nuestro país.

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