En el PSOE duermen mal
Estoy fascinado con los beneficios del sueño. Siempre he creído en sus efectos reparadores, pero ha sido una sorpresa saber que una noche en vela reduce la capacidad de asimilar conocimientos en casi un 40%. Lo dice un estudio que este periódico publicó la pasada semana. El sueño limpia la memoria a corto plazo y deja sitio libre para más información: "Es como si el buzón de correo entrante del hipocampo cerebral se llenara, y simplemente no entran nuevos hasta que no se vacíe". De ahí que el sueño permita que los correos que estaban en la memoria pasen a otra carpeta, lo que deja sitio libre para recibir nuevos mensajes.
A la mayoría de ustedes les parecerá un estudio ya conocido, pero reconozco que a mí me ha abierto la mente. Ha tenido el mismo efecto que si hubiera dormido a pierna suelta durante siete días seguidos. Su lectura me ha llenado el hipocampo de nuevos mensajes. Y todos me llevan a la misma conclusión: que el mundo vaya tan mal es consecuencia directa de nuestra falta de sueño. Esta sociedad que hemos creado nos mantiene tan ajetreados que no hay lugar para el descanso, por lo que estamos reduciendo cada día nuestra capacidad de aprendizaje. Es preocupante, pero resulta una evidencia: cada hora que le robamos al sueño nos hace un poco más tontos.
La política está llena de dirigentes que deben de dormir poco o mal. Fíjense bien en sus caras y descubrirán que la mayoría de ellos tienen ojeras. Ello explica que muchas de las tonterías que dicen, seguramente no las dirían si hubieran dormido un poco más. No es una nimiedad, ya que se trata de una pescadilla que se muerde la cola. Se acuestan preocupados por la crisis económica, pasan la noche en duerme vela por el aumento del paro, y se levantan sin ideas. El hipocampo estaba lleno y no han entrado nuevos mensajes, lo que deriva en una manifiesta incapacidad para hacer frente a la crisis.
Los dirigentes del PSOE en Andalucía hace tiempo que duermen mal. Su sueño no está acompasado con el sueño de los andaluces. Después de casi tres décadas de duermevela, los ciudadanos parecen desperezarse mientras los socialistas siguen con la modorra. El electorado se despierta con la cabeza llena de nuevos mensajes, pero el PSOE sigue con la memoria del hipocampo llena de mensajes antiguos.
Siete de cada diez andaluces se han levantado de una larga siesta pensando que es necesaria la alternancia en Andalucía, entre ellos el 45% de los votantes del PSOE, que también apuestan por un cambio en la Junta. A los socialistas les quedan dos años para recuperar el sueño perdido. De lo que hagan dependerá que, en vez de contar votantes, tengan que contar ovejas.
Los beneficios del sueño son evidentes. El mundo se sostiene porque de vez en cuando alguien duerme más horas de la cuenta. Le ha ocurrido al vocal del Consejo General del Poder Judicial José Manuel Gómez Benítez. El magistrado de tan adormecido órgano judicial debió de hacer sus últimas declaraciones recién levantado de la siesta, ya que habló con increíble sentido común y con una enorme carga de sinceridad. Lo hizo para denunciar el "pasteleo" y el "cambio de cromos" en los nombramientos del Poder Judicial. Un escándalo mayúsculo que los partidos políticos llevan años sosteniendo con absoluta normalidad y con la inestimable colaboración de las propias asociaciones de jueces.
Igual no es tan complicado para el PSOE darle la vuelta a las encuestas. Se trata de que algunos de sus dirigentes duerman ahora más de lo cuenta y actúen con la sinceridad del magistrado Gómez Benítez, para acabar con el "pasteleo" en el partido a la hora de nombrar los cargos institucionales, el ascenso de los mediocres, la confusión entre lo público y lo privado, y todas esas cosas más que han llevado aparejadas treinta años de gobierno ininterrumpido sin que nada ni nadie les quitara el sueño.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.