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El presunto asesino de Arturo Ruiz sigue huido

Fuentes de la policía han desmentido que José Ignacio Fernández Guaza, identificado como presunto autor de los disparos que causa ron la muerte del joven Arturo Ruizjunto a la Gran Vía madrileña el pasado 23 de enero, haya sido detenido . El diario El Alcázar de ayer, en una nota de última hora, daba la noticia de esa detención y añadía que, tras las primeras diligencias policiales, sería entregado al juez. Después del mentís policial, se cree que José Ignacio Fernández Guaza continúa en Francia y que la autoridad judicial, tras el correspondiente auto de procesamiento, pedirá su extradición. La nota que hizo pública anteayer la policía, dando cuenta de la identificación del presunto autor material de la muerte de Arturo Ruiz, explica que ha sido el súbdito argentino Jorge Cesarsky, detenido y procesado en relación con los mismos hechos, quien ha facilitado gran parte de la información necesaria para la identificación. En la última semana de febrero (ver EL PAIS del día 26), una persona que hablaba en nombre del señor Cesarsky se dirigió a nuestro periódico para indicar que el detenido tenía interés en prestar ante el juez una completa declaración de inocencia, y datos sobre la identidad del autor material de los « disparos. Nuestro comunicante indicó que eran dos las personas directamente implicadas, que ambas habían huido al extranjero, y que uno de ellos, de nombre José, había sido el agresor del fotógrafo José Luis de Pablos, de Cambio 16, durante un reciente congreso de la organización de extrema derecha Fuerza Nueva. Jorge Cesarsky indicaba también que dos funcionarios del Cuerpo General de Policía podrían identificar a los implicados.

La nota de la policía no hacía ningún tipo de alusión a la filiación política de José Ignacio Fernández Guaza y Jorge Cesarsky.

En otras ocasiones, la Dirección General de Seguridad suele aportar numerosos datos sobre la dependencia ideológica o partidaria de los detenidos.

De José Ignacio Fernández se sabe que está muy vinculado a la organización Fuerza Nueva, y en algunas fuentes se asegura que ha servido durante meses como guardaespaldas de Blas Piñar, pero este extremo no ha, sido confirmado. Otros informantes señalan que José Ignacio Fernández Guaza ha realizado funciones para organismos de documentación próximos a ciertos servicios de seguridad, sobre todo en el sur de Francia y en el País Vasco.

La información sobre el súbdito argentino es contradictoria. Se sabe que llegó a España hace diez años, y que durante este tiempo ha trabajado como promotor de pólizas de seguros de la sociedad Sanitas, SA. Su actividad política estuvo ligada, desde el principio, al peronismo; en los últimos años apareció con frecuencia en actos orga

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nizados por grupos de extrema derecha españoles.

En fuentes que merecen crédito se asegura que Jorge Cesarsky podría pertenecer a distintos servicios de inteligencia o información y que con. alguna regularidad prestó servicios de confidente a algunos medios policiales. Existe la constancia de que, una vez producidos los sucesos del 23 de enero, Cesarsky tomó un taxi, con el que se dirigió a un edificio de la calle Rey Francisco, donde, hasta hace poco existía una oficina en la que, al parecer, se conectaban diversos servicios de información.

El abogado de Cesarsky ha abandonado su defensa tras las acusaciones, de éste, que han dado lugar a la identificación de José Ignacio Fernández.

Existen, por otra parte, algunas contradicciones entre la versión oficial publicada anteayer y los datos que se manejaron tras la detención de Cesarsky el pasado 24 de enero. En una primera Versión se dijo que Cesarsky era portador de una pistola detonadora, cuando uno de los presentes en la oficina de la calle de Rey Francisco vio cómo Cesarsky desmontaba el arma en el portal del inmueble y caía al suelo, la bala de la recámara. Del mismo modo se ha señalado el hecho de que se desconozca la filiación del declarante que siguió a Cesarsky desde la calle de la Estrella a la de la Montera, cuando quizá hubiera podido facilitar otras informaciones complementarias. Días después de su detención, Cesarsky ha podido comentar cómo ha sido abandonado por sus antiguos amigos.

También se ha comentado el hecho de que la nota de la DGS publicada anteayer insista por dos veces en que la pistola con que presuntamente fue muerto Arturo Ruíz fue arrebatada por Fernández Guaza a Cesarsky, lo que podría prefigurar una atenuación en la responsabilidad de este último.

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