Castigo mínimo a China por la edad falsa de una gimnasta
Que las gimnastas chinas son más jóvenes de lo que dicen es una sospecha extendida. En los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, esa sospecha se volvió acusación directa de la prensa estadounidense. Quedó en nada, pero el escándalo que rodeó a las diminutas campeonas se transformó en una investigación más amplia sobre el programa chino que ayer acabó con la propuesta de la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) de que China devuelva el bronce por equipos de Sidney 2000.
La culpable es Dong Fangxiao, una de las mejores gimnastas chinas entre 1997 y 2001. Cuando compitió en Sidney, su pasaporte aseguraba que tenía 17 años, uno más que la mayoría de edad gimnástica. Ocho años después, ya retirada, cuando Dong se inscribió como oficial para los Juegos de Pekín, dio otra fecha de nacimiento: 23 de enero de 1986. Es decir, que en Sidney tenía 14 años.
La federación internacional ha borrado todos los resultados de Dong en los Juegos, los Mundiales y la Copa del Mundo, y ha multado a la federación china con correr con los gastos de la investigación, en la que también se ha visto envuelta su compañera Yang Yun -dijo que le obligaron a mentir sobre su edad, pero no se han encontrado pruebas concluyentes-. La FIG ha pedido al COI que exija a China la devolución del bronce por equipos.
La sanción es pequeña si se compara con el último precedente. En 1993, Corea del Norte fue desterrada de los Mundiales tras comprobarse que Gwang Suk Kim compitió sin tener la edad permitida.
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