"Vivir en Shanghai es ver la historia y tocar el futuro"

"¿Te parece bien si comemos en un chino?". En la elección de restaurante manda la recién nombrada comisaria del Pabellón de España en la Exposición Universal de Shanghai, pero si no fuera así sería muy difícil negarle algo a esta enérgica mujer con ganas de vivir contagiosas a quien confiarías tus secretos desde que clava en ti sus intensos y sonrientes ojos azules.

Elige una mesa pequeña y pide que nos sugieran platos "ricos, pero baratos. Estoy obsesionada con la austeridad", explica riendo, en referencia a su último cometido en el gabinete de la Subsecretaría de Cultura.

Tena (Madrid, 1953) es licenciada en Derecho y Filosofía y Letras, mundos que representan dos de las pasiones que han marcado su vida: la literatura y el mundo de las leyes y la gestión. Debe de estar en racha, porque poco después de su nombramiento le ha llegado otra sorpresa feliz: quedar finalista del prestigioso Premio Primavera de novela con su segundo libro, La fragilidad de las panteras.

La comisaria quiere enseñar una España moderna y fiable en la Expo en China

Come el arroz con ganas y se sorprende con el sabor de las berenjenas caramelizadas, pero entre bocado y bocado hay tiempo para hablar de su interminable currículo. Recuerda tres etapas como directora de gabinete de las que guarda especial cariño por los jefes con los que trabajó: Javier Tussell cuando fue director general de Bellas Artes; Francisco Tomás y Valiente en su etapa de presidente del Tribunal Constitucional, y Elena Salgado como ministra de Sanidad y Consumo.

"Cambio mucho de trabajo. A los 25 años tuve cáncer y me dijeron que iba a morir, y aunque es evidente que ya no lo haré joven", ironiza, "necesito hacer el doble que otra gente, estar en cosas nuevas que me estimulan".

La Expo que comienza el próximo 1 de mayo es su nuevo reto. "Tengo mucha ilusión porque han puesto en mis manos algo tan potente como ese maravilloso pabellón que va a representar a nuestro país en la mega-expo de la megaciudad. Será difícil que se repita un acontecimiento tan masivo y hay que aprovechar al máximo la oportunidad para enseñar que España es moderna y tiene un gran impulso empresarial".

El diseño del edificio, un esqueleto de acero y mimbre, es impactante, pero Tena además cree en lo que se mostrará en su interior: "Nuestra gastronomía, la fiabilidad de nuestras empresas, la cultura, la vitalidad y alegría que provienen, en parte, de una calidad de vida que se ha forjado gracias a conquistas de la democracia".

Es casi el único discurso que se permite esta mujer apasionada que regresa pronto a la experiencia vital. "Poder vivir en Shanghai es ver toda la historia de la humanidad en una ciudad y a la vez estar tocando el futuro". Mencionar que sería un buen armazón para una novela, dispara la conversación. "Empecé tarde, pero fue como cuando se acerca una chispa a la espita del gas. Tenía 50 años, acababa de separarme de mi tercera pareja y mis dos hijos ya eran mayores..., la soledad da mucha vidilla a la literatura".

No perdona el postre y, mientras llega, le recuerdo el lema de la Expo, Mejor ciudad, mejor vida. ¿Cuál sería la urbe de sus sueños? "Una que tuviera los parques de Londres, los transportes de Madrid, las bicis de Ámsterdam, los museos de Nueva York, los cruasanes de París y el paisaje que se ve desde mi casa de Cantabria".