_
_
_
_
AL CIERRE
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

KO

Ramon Besa

"Heu-vos ací un bell somni que s'ha esfumat". Así iniciaba Critias, seudónimo de Antoni Vilà i Bisa, la crónica en el diario La Publicitat sobre la derrota de Josep Gironès ante Freddie Miller en combate para el título mundial de los plumas disputado en La Monumental ante 25.000 espectadores. El pasado día 12 se cumplieron 75 años de un enfrentamiento que marcó el punto álgido del noble arte de las 12 cuerdas en Cataluña. Abatido el crack de Gràcia por knouck-out, el boxeo fue perdiendo popularidad, desbordado por el monocultivo de fútbol, hasta quedar reducido a una práctica perseguida por la prensa.

Gironès fue un deportista universal, excelentemente contextualizado por Critias y Juli Lorente, y hoy rescatado por clásicos del periodismo como Joan de Sagarra y Quim Roglán. El boxeo era uno de los deportes más seguidos en la década de 1920 y de 1930, y el suéter con el que el canario comparecía en el ring era tan codiciado como el maillot de Mariano Cañardo o la zamarra de Pepe Samitier. El deporte estaba, por entonces, al alcance de las clases populares, le daba identidad nacional a Cataluña y la educación física formaba parte de una formación integral cultural, humana y ciudadana. Hasta cierto punto, era fácil tropezar con un saco de boxeo en las casas del Eixample y las veladas se repartían por distintas salas.

Critias: "L'esport considerat com a finalitat no és res; considerat com a mitjà ho és tot"

Nuevo Mundo, Iris Park, Colón, Apolo, Price y La Paloma y La Monumental fueron escenarios de célebres combates de púgiles como Gironès, Flix, Ara, Romero e Hilario Martínez. Nadie ha conseguido, en cualquier caso, levantar al boxeo del KO sufrido por Gironès a los 2m y 17 segundos de su combate con Miller. Aún sobre la cuenta de 10, Critias escribió: "I ara, joves de Catalunya, a cercar qui d'entre vosaltres pugui reemplaçar un dia Gironès. Un campió és necessari, car l'amor propi nacional cal que sigui afalagat, i un esport, sigui el que sigui, viu de l'entusiasme que suscita. L'esport considerat com a finalitat no és res; considerat com a mitjà ho és tot. Amb relació amb la joventut, l'esport és de gran utilitat, car ell sol pot proporcionar una disciplina a l'edat en que una disciplina és més que necessària".

Al boxeo se le persigue de forma implacable desde que la defensa personal es más importante que el deporte y los managers sustituyeron a los entrenadores. Hoy ya no se aprende a tirar el directo después de hacer mucha pared, sino que se impone la fuerza sobre la técnica. Apenas quedan locales para activar la memoria. La sala en que cada jueves se reúne la Asociació Catalana de Exboxejadors, junto a la federación catalana, en la calle de Xuclà 25, el mejor sitio desde 1932 para evocar los combates históricos, también está amenazada de cierre. Los propietarios del edificio les quieren largar porque el boxeo ya no interesa a nadie salvo a contados promotores que todavía trabajan en gimnasios y organizan combates en las Cotxeres de Sants. Las fotos en blanco y negro son el signo inequívoco de que con la derrota de Gironès el sueño del boxeo se esfumó como profetizó Critias y ha sido sustituido por nuevos ídolos como Guardiola.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_