Blasco elude toda relación con el fiasco urbanístico

Rafael Blasco, consejero de Inmigración y padre de las leyes urbanísticas valencianas en vigor que ahora se revisarán para adecuarlas a Europa, no se siente responsable de este fiasco legal. Preguntado ayer por el borrador que su colega de Consell, el vicepresidente Juan Cotino, ha encargado a tres especialistas como base de la futura reforma, Blasco dijo desconocerlo -a pesar de que Cotino informó del documento al Consell hace dos plenos- y atribuyó la necesidad de una revisión legal tan temprana a la crisis. "Es normal que ante una crisis económica como ésta, haya que cambiar un marco jurídico que ha dejado a la intemperie a más de cinco millones de personas", dijo. El consejero insistió en que estas leyes son las mejores de Europa, y las más conservacionistas".

Blasco negó que el borrador de los especialistas suponga una censura a los textos que él auspició cinco años atrás e insistió en que "precisamente estos tres catedráticos prestaron su apoyo durante la etapa en la que la LUV está en vigor y han avalado experiencias empresariales que desarrollaban estas leyes", puntualizó.

Por otra puerta diferente del coso taurino accedió el vicepresidente tercero del Consell y consejero de Urbanismo, Juan Cotino, que también acudió al Día de Andalucía pero apenas intercambió dos palabras con Blasco. El departamento de Cotino es precisamente el que está impulsando la reforma del código urbanístico valenciano auspiciado desde 2004 a 2006 por Blasco.

Alarte, negociará

El secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, presente en el mismo acto que Blasco -el Día de Andalucía- se mostró, por su parte, dispuesto a negociar con el Consell la reforma urbanística, si bien criticó que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, no haya tomado "ninguna decisión valiente desde que estalló la crisis". Alarte destacó que en cuanto a políticas económicas, "Camps no se ha enterado, no está, ni se le espera" y lamentó que el Consell se niegue en estos momentos incluso a discutir las propuestas de reforma que plantean las organizaciones empresariales. "Todo el tejido económico valenciano, la inmensa mayoría de la sociedad valenciana está exigiendo un cambio de modelo económico que no es el de Mariano Rajoy, porque eso sólo sería más Camps, más PP".