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19.00: libertad para El Rafita

La puesta en libertad de Fernández provoca un enfrentamiento político por el endurecimiento de las penas

Juan Diego Quesada

El nuevo control al que se somete a El Rafita desde hace tres semanas, cuando su libertad vigilada pasó a manos de Instituciones Penitenciarias no ha cambiado nada. Rafael Fernández García, uno de los asesinos de Sandra Palo, ha sido detenido por cuarta vez, interrogado por un juez y puesto en libertad en cuestión de días. Como en anteriores ocasiones.

El Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid lo dejó ayer en la calle tras tomarle declaración por el intento de robo de un coche. A la puerta de los juzgados de la plaza de Castilla le esperaba su madre, Manuela, quien explicó que por su fama "no puede estudiar ni trabajar". "Está condenado de por vida", justificó.

Nada más dejar el juzgado, a las siete en punto, un pelotón de policías acompañó a la madre y al hijo hasta una boca de metro, por donde se perdieron a toda prisa. Unos jóvenes que compartieron calabozo con El Rafita explicaron que estuvo todo el día cabizbajo y sin ganas de entablar conversación con sus compañeros de reclusión.La Comunidad de Madrid e Instituciones Penitenciarias acordaron a finales de enero que estos últimos controlaran la libertad vigilada de Rafael Fernández, algo que hasta entonces nadie hacía. Lo mismo ocurría con otros 10 jóvenes que habían cometido delitos muy graves siendo menores.

Nada ha cambiado desde entonces. El Rafita ha vuelto a ser detenido. Y las reacciones no se han hecho esperar. El presidente del PP, Mariano Rajoy, anunció ayer que su partido va a pedir una reforma de la Ley del Menor para evitar que "algunas personas, por llamarlas así, puedan volver a delinquir y quedar impunes". No hace falta añadir que se refería a El Rafita. Rajoy dice que se ve obligado a hacerlo por "la alarma social" de este caso.

Lo contrario opina el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, quien defendió que esta ley se aplica "de manera satisfactoria". Pero Tomás Gómez, líder de los socialistas madrileños, sí aboga por la modificación. "Si se pudiese sumar su delito como menor a los de ahora, no estaría en libertad". Añadió que el PSM ha propuesto esa modificación al Gobierno central para que no se produzcan situaciones como la de El Rafita, líder de una banda desde los 12 años e implicado en un asesinato a los 14.

Más leña al fuego añadió el consejero de Justicia de Madrid, Francisco Granados. A su juicio, este nuevo acto delictivo del chico que vive en Alcorcón demuestra que "no está reinsertado" y que la ley "está fallando sin ningún género de dudas". Granados no entiende cómo Caamaño "no ve los enormes fallos" de una ley que es necesario modificar.

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El caso es que El Rafita, tras ser detenido el jueves en la estación de Parque de Lisboa, le dijo al juez ayer que no tenía nada que ver con los hechos que se le imputan, como ha hecho en todas las detenciones anteriores, y salió con cara de cansado por la puerta del juzgado de guardia. Antes apareció su abogada de oficio, que dio sólo el nombre de pila, contó que Rafael iba a quedar en libertad tras negar todos los hechos. No quiso explayarse mucho más: "No quiero tener nada que ver con este señor (su cliente). Yo tengo otros trabajos... no pongáis ni mi nombre". Tras ella, se presentó Manuela en el lugar con una piedra en la mano para intentar ahuyentar a los periodistas. Los familiares de los demás detenidos, irritados por llevar desde la mañana pasando frío en la entrada, afearon a Manuela su conducta y llegaron a encararse con ella. "Asesino", le gritaron muchos de los congregados cuando se vio al joven salir de las dependencias. Entre ellos, algunos que acababan de salir libres al igual que él.

Manuela le pidió que se tapase la cara, pero su hijo le contestó con cierta desgana: "No me importa que me saquen fotos". Segundos después, se les vio perderse por una entrada del metro.

Agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía acompañan a Rafael Fernández García, <i>El Rafita,</i> a su salida de los juzgados de plaza de Castilla.
Agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía acompañan a Rafael Fernández García, El Rafita, a su salida de los juzgados de plaza de Castilla.CARLOS ROSILLO

Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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