"La industria incumple por la tarde lo que firma de mañana"
Unións Agrarias clausura hoy en Santiago su octavo congreso. Por delante, en palabras del que previsiblemente saldrá reelegido secretario general, Roberto García, "cuatro años decisivos, con España al frente de la UE que remodelará la Política Agraria Común". Sus 14.000 afiliados heredaron en 1983 las históricas y republicanas siglas de la Federación de Trabajadores de la Tierra.
Pregunta. ¿Cuáles son los retos de la nueva dirección?
Respuesta. La presidencia española en Europa escribirá qué política agraria tendremos más allá de 2013. Está en juego el presupuesto y qué reforma hacemos sobre la de 2003, que supuso la desaparición de los mecanismos de regulación del mercado.
P. Las dinámicas económicas dominantes parecen conducir a mayor desregulación.
"Somos los únicos trabajadores que no podemos negociar legalmente el salario"
R. La ausencia de regulación provocó una caída de precios en origen sin precedentes, que no se trasladó al consumidor. Sirvió para agrandar los márgenes comerciales. Ahora se debate en la UE para que dejemos de ser los únicos trabajadores que no podemos legalmente negociar nuestro salario.
P. El precio del litro de leche sube, pero continúa por debajo del coste de producción.
R. Se debe a una posición dominante de la distribución y de la industria, que usa la leche como reclamo al margen del mercado. Los contratos tienen que garantizar que la industria no determine unilateralmente los precios y que no incumpla por la tarde lo que firma en Madrid por la mañana.
P. ¿Tomarán medidas contra quien incumple el pacto?
R. Iniciaremos una campaña contra la industria, como Leite Río o Celta, que ningunean la leche gallega y se abastece de leche de fuera.
P. ¿Qué opina de la operación frustrada de Feiraco para hacerse con la planta de Leche Pascual en Outeiro de Rei?
R. Hay un ocultismo siniestro de la participación de las cooperativas y de quién está detrás del proyecto avalado por la Xunta. La preocupación para que Arzuana se incorporase debía tenerla también para que las otras estén en el proyecto. Porque el PP, no Medio Rural, va a tener que responder. Serán responsables de que se haya frustrado otra vez la posibilidad de un grupo lácteo de base cooperativa.
P. ¿Sería viable?
R. Me llama la atención que en este proyecto, donde la liquidez es fundamental, las dos cajas de ahorro, tan gallegas y tan comprometidas con el país, no hayan dicho nada. Si fuera un negocio energético o especulativo, estarían posicionadas, pero aquí ni están ni si les espera. Como tampoco estuvieron durante los últimos 20 años cuando hubo problemas económicos en una empresa. Ése es el gran debate: que sean gallegas, que se fusionen o no, pero que se comprometan con el territorio.
P. Organizaciones de nuevo cuño como Gandeiros Unidos, ¿amenazan el trabajo sindical?
R. La representación no la dan los tractores, sino las urnas, a las que se presentan los sindicatos. Gandeiros Unidos, asociacionismo antisindical, surge en el sector lácteo y está relacionada con 200 o 250 ganaderos que tuvieron precios diferenciados al alza sólo por ser grandes. En la negociación, nuestra función no es negociar el precio de mi explotación, sino negociar el del conjunto del sector. Ellos perdieron sus privilegios.
P. ¿La interlocución con Medio Rural ha empeorado o mejorado respecto a la del bipartito?
R. Con el anterior Gobierno hubo un antes y un después en la relación con los sindicatos, hasta el punto de que el nuevo Gobierno no se ha formulado desmontarlo. El nuevo conselleiro y su equipo son asequibles. Pero ha pasado un año y debe pasar de declarar que están de acuerdo con nuestro diagnóstico a ejercer sus competencias.
P. Sin embargo, el volumen de la protesta ha descendido.
R. No es un problema de proteger a este Gobierno, sino de darle tiempo para actuar y proponer. Si descalificamos y no damos alternativas, quedamos bien con nuestra gente, pero generaríamos esa situación de miedo que tanto daño hace.
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