El cadáver hallado en Arganzuela tenía signos de violencia
El hombre que fue hallado la mañana del pasado martes en unas oficinas que estaban siendo reformadas en el distrito de Arganzuela murió tras recibir varios golpes con un objeto contundente. Así lo ha revelado la autopsia practicada ayer al cadáver, que se encontraba en avanzado estado de descomposición. La policía desconocía ayer la identidad del fallecido y la estaba intentando descubrir a través de la recomposición de las huellas dactilares.
El hallazgo se produjo hacia la una y media de la tarde del martes en unas oficinas del número 30 del paseo de las Delicias, donde estaba trabajando un obrero, de nacionalidad brasileña, contratado por los dueños de las oficinas. El hedor que salía de esta zona del edificio hizo que otros inquilinos llamaran a la policía. Cuando entraron los agentes, hallaron el cadáver en avanzado estado de descomposición. Carecía de documentación que permitiera saber de quién se trataba. Ayer figuraba como desconocido en el Instituto Anatómico Forense, adonde no acudió nadie a reclamar el cadáver.
Las primeras investigaciones apuntan a que puede ser el hombre de nacionalidad brasileña que ya había sido contratado por los propietarios para hacer otras reformas en el edificio. Eso le permitía tener llaves de ese local. En esta ocasión le habían encargado pintar la oficina para ponerla a punto y poder alquilarla. Según algunos vecinos, nunca habían tenido ningún problema con él. Los agentes del Grupo V de Homicidios se han hecho cargo de las investigaciones, al igual que especialistas de la Policía Científica. Ambos tratan de descubrir si la víctima utilizaba las oficinas para otras actividades fuera del horario de trabajo.
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