Los nervios de Asenjo castigan al Atlético
El portero releva al lesionado De Gea y regala el empate al Galatasaray tras un golazo de Reyes
Un Galatasaray ramplón, pero muy bien plantado, sacó tajada de la falta de temple de Asenjo, un portero en plena crisis existencial y más pendiente de la grada del Calderón que de lo que se cocía en el tapete. Con él en el campo, el Atlético se complicó de mala manera la eliminatoria en un partido que controlaba con cierta comodidad hasta el momento en que De Gea sufrió un pinchazo muscular. El canterano, brillante siempre que le requirieron y con el de anoche titular en los últimos nueve partidos, cedió el testigo a Asenjo, un proyecto de futuro venido a menos. Fueron 20 minutos que a éste se le hicieron eternos. En plena fase de recuperación mental, según el cuerpo técnico, el fichaje estrella del club el pasado verano salió como un flan al escenario entre algunos aplausos y más abucheos. Exigido por su propia hinchada, el arquero claudicó en la primera ocasión que tuvo, cuando no se puso de acuerdo con Ujfalusi en un balón que llovía del cielo. Giovani, hasta entonces intrascendente, casi le echó el lazo. No hubo más avisos. En el siguiente, Asenjo volvió a ser su peor enemigo tras medir otra vez mal la salida en un centro de Balda que enganchó Keita a la red.
ATLÉTICO 1 - GALATASARAY 1
Atlético: De Gea (Asenjo, m. 72); Valera, Perea, Ujfalusi, Domínguez; Reyes (Salvio, m. 87), Assunção, Raúl García, Simão; Forlán (Jurado, m. 59) y Agüero. No utilizados: Antonio López, Juanito, Camacho y Rubén Pérez.
Galatasaray: Leo Franco; Ucar, Neill, Çetin, Balta; Mehmet Topal; Keita, Sarp, Elano (Akman, m. 83), Erkin (Giovani, m. 35); y Arda Turan (Özbek, m. 91). No utilizados: Ercetin; Gungor y Gokhan.
Goles: 1-0. M. 22. Reyes, de libre directo. 1-1. M. 78. Keita, tras un centro de Balda en el que falla Asenjo.
Árbitro: A. Nikolaev (Rusia). Amonestó a Çetin y Domínguez (no podrá jugar la vuelta).
Unos 35.000 espectadores en el Vicente Calderón.
Leo Franco animó el encuentro con una cantada que encumbró al extremo
Emborronó así el pulmón africano la obra maestra de Reyes, que en la primera parte adelantó a un Atlético sereno y aplicado hasta que perdió a De Gea y que se jugará los garbanzos en el infierno del estadio Ali Sami Yen. Una aventura que se antoja traumática contra un Galatasaray indigesto y aburrido que, aunque nunca estuvo a la altura de la fama de su entrenador, Frank Rijkaard, no regaló ni una. Al revés del Atlético, que empezó entonado y terminó en el diván tras una segunda parte en la que el cuerpo no le pudo más.
Asolado por las bajas de Kewell, Jo y Baros, Rijkaard planteó un fútbol de trincheras con Arda Turan como única referencia del ataque del cuestionado líder de la Liga turca y Mehmet Topal de apagafuegos entre la defensa y el centro del campo. Una propuesta a años luz de la que planteó Quique Flores, que salió con todo y no se dejó nada en la chistera. Una declaración de intenciones encomiable con una plantilla ya de por sí corta y que notó la baja forzosa de Tiago, impedido para disputar un solo minuto del torneo, en el que también se faja la Juventus tras caer eliminada en la fase de grupos de la Champions con su participación. La ausencia del fantasista portugués abrió las puertas a Raúl García, que no termina de explotar y ya van tres temporadas. El centrocampista navarro, por el que el Atlético pagó 12 millones de euros, no aprovechó la ocasión que le brindó el técnico, que, tras recuperar a Reyes para la causa, se ha propuesto lo mismo con el medio navarro. Anoche, como tantas otras veces, no encontró el sitio. Cumplió sin más, fagocitado por la exuberancia física de Keita y la estopa de Elano en la medular por mucho que remara Assunção.
Así discurría el encuentro, espeso, a trancas y barrancas, con Forlán y el Kun dispersos salvo en un par de fogonazos, hasta que Leo Franco lo animó con una cantada que encumbró a Reyes. De vuelta a la que fue su casa durante cinco cursos, el portero argentino, muy mal colocado, se dejó sorprender con un libre directo enroscado a su palo.
Delante en el marcador, el Atlético tomó nota del tembleque del arquero a balón parado. Prácticamente en la siguiente jugada, Simão buscó desde el banderín de córner el gol olímpico. No llegó por un pelo. El que probó a continuación los reflejos de Leo fue Forlán, que le obligó a despejar de puños en otro lanzamiento de falta. Mal en las jugadas de estrategia, el meta del Galatasaray, salvado por el poste en un remate de Simão, se resarció las pocas veces que Agüero se escapó de los centrales, un muro en el segundo tiempo. Justo al revés que Asenjo, un desastre de 4,5 millones.
"Es difícil salir 20 minutos y hacerlo todo bien"
La gestión del debate que Asenjo y De Gea plantean desde hace un tiempo en la portería del Atlético le salió anoche por la culata al cuerpo técnico. Lento de reflejos, Quique Flores hizo terapia después del encuentro y no antes. "Es difícil salir cuando quedan 20 minutos y hacerlo todo bien. El público y el equipo apoyaron a Asenjo. Ojalá tenga toda la suerte del mundo en los próximos partidos", exculpó el entrenador al portero palentino por su falta de tino cada vez que el Galatasaray le puso a prueba.
Las circunstancias obligaron a Quique, que tuvo que cambiar a su portero fetiche por una sobrecarga en el cuádriceps del muslo derecho. "Aparentemente, De Gea no tiene ningún tipo de rotura. Si golpeaba, se podía romper. En principio, tiene una sobrecarga. Mañana [por hoy] lo valorarán y entendemos que es eso, una sobrecarga", cruzó los dedos el preparador rojiblanco.
"Ha sido una pena porque nosotros hemos tenido muchas más ocasiones para hacernos con el partido... Ellos sólo han tenido un par de ocasiones y han marcado un gol", se lamentó Ujfalusi.
"No se puede decir que estamos clasificados. El Atlético tiene jugadores de calidad para desnivelar la eliminatoria. Por eso creo que debemos emplear el mismo sistema de juego en casa", dijo un Frank Rijkaard a la defensiva dentro y fuera del campo.
"No hemos tenido la chispa de otras veces. Nos ha faltado fluidez en el apartado ofensivo. Notamos el cansancio, pero, aun así, la eliminatoria está al 50%", abundó Quique Flores, que hizo debutar a Salvio. "Nunca olvidaré esta noche, aunque nos vamos con un sabor amargo", dijo el mediapunta, que sigue con su puesta a punto. "Tengo que trabajar duro para estar cuanto antes listo para poder jugar un partido completo", finalizó.
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