Grafite desnuda al Villarreal
El delantero brasileño del Wolfsburgo retrata a la defensa amarilla en un partido extraño
En el fútbol, en ocasiones, las señales no anuncian nada. No siempre cuentan las formas, ni la posesión del balón ni la proliferación en el ataque. Cunde la eficacia, cuenta el gol. Sentencia fría, sencilla, real. El Wolfsburgo empequeñeció al Villarreal en un primer acto que recordó tiempos pretéritos en los que se cumplía el aforismo: "el fútbol es un deporte con 22 jugadores en el que siempre ganan los alemanes". El equipo de la Volskwagen hizo de todo y bien, menos rematar, y se marchó al descanso cabizbajo.
Con el viento a favor, mejoró el Villarreal en el segundo periodo. Apareció entonces Grafite, el delantero brasileño que, con 28 goles, se proclamó pichichi de la Bundesliga el curso pasado. Se inventó un gol de la nada y propició la expulsión de Marcano al sufrir un derribo en el área. Grafite marcó el penalti. Contestó un minuto después Marco Ruben para empatar, resultado digno de un partido extraño.
VILLARREAL 2 - WOLFSBURGO 2
Villarreal: Diego López; Ángel, Godín, Marcano, Capdevila; Pirès (Marco Ruben, m. 76), Senna, Bruno (Matilla, m. 76), Ibagaza (Cani, m. 63); Nilmar y Llorente. No utilizados: Oliva; Venta, Musacchio, Matilla y Escudero.
Wolfsburgo: Hitz; Pekarik Madlung, Simunek, Schäfer; Riether, Josué, Misimovic, Genther (Dejagah, m. 57); Grafite y Dzeko. No utilizados: Lenz; Kahlenberg, Hasebe, Barzagli, Ziani y Schindzielorz.
Goles: 1-0. M. 42. Senna, de lanzamiento de falta directa. 1-1. M. 65. Grafite, de fuerte disparo. 1-2. M. 83. Grafite de penalti. 2-2. M. 84. Marco Ruben, a pase de Llorente.
Árbitro: Kein Blorn (Holanda). Amonestó a Riether. Expulsó a Marcano (m. 82).
Unos 12.000 espectadores en El Madrigal.
El equipo de Garrido se puso por delante cuando mejor jugaba el contrario y al revés
Grafite empezó mal, fallando un gol a tres metros de la línea. Hizo lo más difícil y echó alto un centro medido de Pekarik. Más clara todavía fue la ocasión errada instantes después por Riether tras una gran jugada de Dzeko, excelente delantero bosnio, de gran movilidad, notable técnica y buen remate. Grafite y Dzeko marcaron entre ambos 54 goles en la Bundesliga pasada, lo que les valió el título, el primero de la historia del conjunto de la Baja Sajonia.
Por los misterios del fútbol, Grafite ha perdido gracia en la presente temporada ante el marco. La encontró anoche en la segunda mitad, cuando mejor se encontraba el Villarreal. Tampoco anda con la misma finura Dzeko, más participativo. Eliminó la línea defensiva con un caño espectacular para disparar desviado posteriormente. Sucedía en unos primeros 20 minutos perfectamente controlados por un Wolfsburgo dinámico en el juego y poderoso en el físico. Apenas contestó el Villarreal con un remate a bocajarro de Pirès que salvó Hitz, el tercer portero del cuadro germano.
Quedó inmune el Villarreal de la tormenta inicial, la mejor noticia para el equipo de Juan Carlos Garrido. Sólo Ibagaza, que desplazó a Cani al banquillo, daba la sensación de entender la lectura del partido. Situado entre líneas, el argentino enviaba algún que otro mensaje de inquietud para la zaga teutona, la más goleada de la actual Bundesliga, que por algún motivo el Wolfsburgo se encuentra ahora en la zona media baja. Ni los conceptos básicos atendieron los defensores alemanes para ordenarse en la barrera en una falta al borde de su área a tres minutos del final del primer periodo. La invitación era clara y Senna aprovechó el vacío para colar el balón por la escuadra izquierda del joven portero suizo.
Increíblemente, el Villarreal se marchaba al descanso con ventaja sin tener que hacer nada extraordinario ante la buena planta del rival. Aturdido por el mazazo el Wolfsburgo, crecido el Villarreal, el encuentro tomó el color amarillo. Sin embargo, en el mejor momento castellonense surgió la figura de Grafite.
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