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Reportaje:Juegos Olímpicos de Invierno

Más problemas para Vancouver

El mal tiempo y las protestas callejeras ponen a prueba la competición

Los Juegos de Vancouver están en el filo de la navaja. El mal tiempo y la violencia ensombrecen el gran evento de los deportes de invierno. Nunca en la historia olímpica reciente, salvo la muy particular de Pekín, se habían producido manifestaciones tan multitudinarias y agresivas que no fueran inmediatamente atajadas. Tampoco desde Nagano 1998 las condiciones meteorológicas se había cebado tanto con el esquí alpino, el deporte rey, obligándole a continuos aplazamientos.

La ceremonia inaugural el viernes fue por primera vez bajo techo, aunque podría haber sido al aire libre porque Vancouver, con cuatro y seis grados de temperatura, estos días parece organizar unos Juegos semiinvernales. En la apertura salió mal el encendido de la antorcha. Wayne Gretzky, la leyenda del hockey, no sabía qué cara poner, cuando uno de los pilares que debían elevarse no lo hizo por un problema hidráulico. El espectáculo, mutilado, continuó tras varios minutos.

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Por Vancouver, al borde del Pacífico, pasa el viento húmedo y casi no moja ni el techo de los coliseos cubiertos donde se disputan los patinajes o el hockey. Podrían disputarse a la intemperie. Pero en las montañas de Whistler, 100 kilómetros al norte, el pineapple express, el viento húmedo que viene del mar, se estrella como un frontón. Los organizadores dicen que desde el lunes soplarán vientos más secos y fríos.

Pero lo que se temía, como en Nagano hace 22 años, donde también el viento húmedo del Pacífico casi impidió disputar algunas pruebas, se ha producido. Hubo que llevar nieve en camiones y helicópteros a Cypresss Mountain. La final de baches femenina se disputó ayer con más lluvia y niebla que nieve. Luego, tuvieron que volver los helicópteros con nieve, para tapar el deshielo.

Whistler roza el caos. Las esquiadoras del descenso no pudieron entrenarse y eso ha trastocado los horarios. Los hombres pasaron del sábado al lunes y los entrenamientos de la supercombinada femenina del domingo al jueves. Ya no quedan días si hay más problemas. Todo está paralizado con lluvia y niebla, aunque ayer la organización anunció que esperaba mejor tiempo hoy, lo que permitiría celebrar las pruebas previstas.

El tiempo preocupa, pero la seguridad también. "Esperamos que los manifestantes opuestos a los Juegos protesten esta semana, pero no serán una amenaza", dijo un portavoz del comité organizador cuatro días antes de la apertura. Acertó sólo en parte. El recorrido de la antorcha tuvo que modificarse y las protestas llegaron hasta casi las puertas de la apertura. No pasaron a mayores, pero el sábado los más belicosos de los alborotadores destrozaron mobiliario y tiendas en el centro. Hubo una decena de detenidos. Son del bloque radical ORN (Olympics Resistance Network), que reúne a grupos opuestos a los Juegos por su gasto y su impacto medioambiental. Una encuesta previa dio hasta un 68% en contra en la provincia de la Columbia Británica.

El COI está preocupado. Más aún cuando la policía de Vancouver admite que se esperan más incidentes. Por si fuera poco, ayer cayeron dos esquiadores, el ruso Niyaz Nabeev, de esquí nórdico, y el estonio de cross Kaspar Kokk, en los tests antidopaje previos a la competición por altos niveles de hemoglobina.

Campeones. Hombres: Patinaje en pista corta: 5.000m. 1. Jung-Su Lee (Cor. del S.). Biatlón. Sprint 10km. 1. Jay Vincent (Fra). Mujeres: Esquí libre baches. 1. Hannah Kearney (EE UU).

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