"Hago mi camino sin prisa, a Pau le costó ocho años el anillo"

Marc Gasol (Barcelona, 1985) cumple su segundo año en la NBA con los Grizzlies de Memphis, a los que veía desde la grada, de adolescente, cuando seguía los progresos de su hermano Pau. Ahora han coincidido en Dallas, donde el mayor de los Gasol afrontará mañana su tercer All Star y el mediano, en la pasada madrugada, el partido entre los Sophomores, los jugadores de segundo año, y los Rookies, los novatos. A medio curso, Marc ya no se sorprende de las alabanzas por sus casi 15 puntos y 10 rebotes de media y se centra en clasificar a los Grizzlies para la fase final.

Pregunta. ¿Piensa que merecía estar en el All Star grande?

Respuesta. No. Estoy contento de estar donde estoy, en el equipo de los Sophomores. Lo importante es que, cuando volvamos a la competición, se nos presenta un calendario bastante complicado y queremos meternos en el play off.

"Mi intención tampoco es llegar donde mi hermano, sino al máximo que yo pueda"

"Me llevo muy bien con todos en los Grizzlies. No hay motivos para irme"

P. ¿Cómo ha conseguido ser protagonista en un equipo con jugadores que absorben tanto el papel ofensivo?

R. Existen muchas oportunidades para intervenir en el juego y encontrar tu propio papel. Otra cosa es que, por el estilo del equipo, no puedas tirar, pero quedan muchos rebotes que coger.

P. ¿Se ve recorriendo el mismo camino que Pau?

R. Sería fantástico. Yo voy haciendo mi propio camino poco a poco, sin prisa. Quiero que mi equipo siga ganando y ya está. Conseguir el anillo no es fácil. A Pau le costó ocho años. Ojalá algún día pueda lograrlo yo, pero no va a ser nada fácil.

P. Con su estupenda temporada y su presencia en Dallas, ¿siente que se estabiliza en la clase superior de la NBA?

R. No te puedes llamar a engaño. Esto está muy bien. Es muy bonito, muy divertido, un premio. Pero la realidad es otra y tu día a día es tu equipo.

P. ¿Cuáles son las perspectivas en ese sentido?

R. Tenemos que ir pasito a pasito porque va a ser muy complicado. Existe una tremenda igualdad. Va a ser un final de temporada muy complicado.

R. ¿Qué ha cambiado en los Grizzlies?

R. La mentalidad. Trabajamos unos para otros y apuntamos en la misma dirección. Nos ayudamos y hacemos lo que el entrenador nos pide y exige.

P. ¿Pero hubo un antes y un después de sumar una victoria y ocho derrotas en el inicio de la Liga?

R. Tuvimos una reunión, confiamos en nosotros y ya ésta. Aunque, por mucho que se hable, si no trabajas, no sirve de mucho.

P. ¿Considera la posibilidad de jugar a medio plazo en otro equipo para continuar progresando?

R. Estoy muy contento donde estoy. Me queda un año muy bonito para disfrutar y otro más de contrato. Después ya veremos lo que pasa. No pienso tanto en el futuro, que siempre está ahí y llegará de cualquiera de las maneras. Dependes de tu día a día y la suerte ya dictaminará. Me fijo más en el hoy que en el mañana.

P. ¿Esperaba el salto cualitativo que ha dado esta temporada?

R. La gente está muy sorprendida. Yo, no tanto. Al final, lo que vale es que el equipo gane. Cada jugador intenta mejorar, hacer cositas. Cuando acaba la temporada, miras atrás, ves lo que has hecho y lo que tienes que hacer para mejorar.

P. ¿Le dio algún consejo Pau tras su último partido como rivales?

R. ¡Hombre, si después de perder, nos da consejos...! No, en serio... Después de un partido entre nosotros no hablamos de baloncesto porque sabemos que uno ha perdido y los dos odiamos perder y no queremos hablar de ello.

P. ¿Ha sido esencial su mejora física? Se habló mucho de sus carreras por el Tibidabo.

R. Pero eso no es nuevo. Lo que pasa es que la gente no está acostumbrada. Pesic [uno de sus entrenadores en el Barça] nos llevaba a correr a la Carretera de las Aguas [en la montaña del Tibidabo] y, con la temperatura que hace en Barcelona en esa época, era perfecto. Te relajas, haces algo diferente y corres.

P. ¿Pero tuvo que combinarlo con mucho trabajo en el gimnasio para no perder músculo?

R. Era una de nuestras ideas, trabajar el tema físico para ayudar al equipo. Pero quedan muchos pasos por dar.

P. Va por el mismo camino que Pau. ¿Alcanzará su nivel?

R. No es lo que más me preocupa. Él ha sido un pionero en muchos aspectos. Ha roto muchas barreras, prácticamente todas. Mi intención no es llegar donde Pau, sino al máximo que yo pueda.

P. ¿Cuál es el secreto?

R. Trabajo, paciencia y humildad porque el talento se da por supuesto.

P. Es probable que pronto le ofrezcan extender su contrato.

R. Pero como no sé cuándo va a llegar ni cómo pueden ser los términos... O a lo mejor me traspasan... Ya se sabe cómo funcionan estas cosas en la NBA. Lo mejor es no plantearte nada.

P. Pero tendrá mucho que ver en sus perspectivas la manera en que evolucionen los Grizzlies.

R. Obviamente, son muy importantes las sensaciones con las que acabas la temporada. El equipo me gusta mucho. Me llevo muy bien con los compañeros, con todo el staff, y conozco la ciudad. No hay ningún motivo por el que quiera irme.

P. ¿Les falta algo de banquillo para dar un paso adelante?

R. Es muy joven: hay tres, incluso ahora cuatro jugadores de primer año. Si ya empezando de titular no era fácil, desde el banquillo puede ser más complicado porque el ritmo de partido ya está dado y te puedes meter en una corriente que te puede llevar.

P. ¿Qué les pidió su entrenador, Lionel Hollins?

R. Que diéramos un paso al frente. Lo que ha hecho muy bien es pedirnos a todos que seamos líderes en lo que podamos serlo. Uno, en el vestuario; otro, en la pista; otro... Eso, teniendo en cuenta que cada uno es importante en la cancha. Estamos trabajando para recuperar el nivel de los mejores años de la franquicia, cuando hubo mucha expectación y se clasificó tres veces para los play offs.

P. ¿Les perjudicó al principio la mala imagen que se transmitía de algunos jugadores y sus antecedentes conflictivos?

R. Cuando vi lo que había, no me sorprendí. Pero no eran tantas cosas negativas como la gente quería hacer ver. Se habla mucho sin saber, pero es normal. Se habló mucho de Zach [Randolph] y sólo tengo palabras de cariño y de admiración hacia él porque es un compañero excelente que te cuida, que se preocupa por ti. Es un ganador y un buen jugador. Ha demostrado que no siempre es verdad lo que habla la gente.