"Esto es un calvario"

Apenas 20 minutos le bastaron ayer a Francisco Javier Paquillo Fernández para asumir su error, pedir perdón y anunciar que no piensa en la retirada: "Confío en disputar los Juegos Olímpicos de Londres 2012". El atleta granadino de Guadix, que cumplirá 33 años el próximo 6 de marzo, reconoció en su primera aparición pública por la Operación Grial que adquirió sustancias dopantes y que está pasando "un calvario". Pero también advirtió que quiere "volver con ganas" para terminar su carrera deportiva "como años atrás" y salir "cuanto antes del agujero".

En una comparecencia en la Diputación de Granada, institución que reiteró su confianza en el marchador mientras no se pruebe su dopaje, Paquillo se mostró abatido. Agradeció el apoyo de quienes están a su lado y pidió perdón a todos aquéllos a los que ha "decepcionado". Mantuvo lo que dijo días atrás en su comunicado: ni consumió las sustancias -nunca dio positivo en un control- ni se las facilitó a otros atletas. "Se han dicho muchas barbaridades", precisó.

A la espera de conocer la sanción definitiva -en principio, sería de dos años, pero podría reducirse a la mitad por su colaboración en las investigaciones-, Paquillo, suspendido cautelarmente, reiteró su "ilusión" por competir en los Juegos de Londres "con todas las garantías" para demostrar que sigue estando ahí. Achacó a los malos resultados su posesión de productos dopantes, pese a que "no era el camino correcto", porque pensó que le harían llegar "más lejos".

Paquillo argumentó que fue por las "dudas" por lo que no admitió de entrada que había adquirido las sustancias prohibidas: "Son situaciones difíciles. Estás solo y, cuando has hecho algo que sabes que es malo, dudas y no lo dices en su momento". Pero se mostró dispuesto a "pagar" su castigo por el error cometido. Eso sí, vaticinó que el parón repercutirá en él "en muchos aspectos": "Si no hay competición, la motivación no es la misma".