_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Política para dos ciudades

La diputada de Esquerra Unida Marga Sanz presentaba ayer por la tarde en la Casa de Cultura de Villena la Convocatòria Ciutadana pel País Valencià, que promueve su formación. A esa misma hora, el Bloc Nacionalista Valencià reconstituía su colectivo en Benidorm con la intención de presentar candidatura en las próximas elecciones locales, se supone que integrada en la Coalició Compromís, la plataforma que el partido que dirige Enric Morera comparte con Iniciativa del Poble Valencià y Els Verds-Esquerra Ecologista. Las formaciones minoritarias mueven sus peones sobre el territorio de cara a unas elecciones autonómicas, en 2011, en las que se jugarán su supervivencia parlamentaria, tras el fracaso estrepitoso de su convivencia al inicio de la actual legislatura.

También las formaciones mayores se juegan apoyos fundamentales en las ciudades valencianas. El miércoles, sin ir más lejos, el secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, visitó Villena. El dirigente socialista, que lleva semanas de gira por las poblaciones de más de 20.000 habitantes, aseguró que su partido está preparado para relevar a la actual alcaldesa, Celia Lledó, y acusó al presidente Francisco Camps de ser "el responsable absoluto del desgobierno" en la capital del Alto Vinalopó. Para ello esperará a que las urnas se pronuncien. Una actitud que contrasta con la entusiasta conquista del Ayuntamiento de Benidorm por parte de doce concejales socialistas y un tránsfuga hace sólo unos meses.

La comparación entre una ciudad y otra es llamativa. En Benidorm se salió de la disciplina del grupo un concejal del PP para derribar a Manuel Pérez Fenoll de la alcaldía con una maniobra clásica de transfuguismo que tiene un famoso precedente en el municipio. En Villena no ha sido uno sino cinco los concejales que han abandonado a la alcaldesa del PP, fruto de una crisis interna largamente larvada entre ripollistas y campistas, una crisis que ha llegado a las manos, como ya ocurrió en la vecina ciudad de Elche, donde tal vez por eso los populares siguen en la oposición.

Ni uno ni cinco. Alarte, con quien se alinean sin duda los siete concejales socialistas de Villena, no está dispuesto a presentar una moción de censura para capitalizar el transfuguismo ni aunque, como es el caso, la situación de la alcaldesa legítimamente elegida resulte tan precaria. El líder del PSPV-PSOE sólo consiguió en su momento de los doce regidores de Benidorm que se dieran de baja del partido, incluyendo a la madre de Leire Pajín, la secretaria de Organización federal del PSOE. Pero eso fue fruto de una insuficiente autoridad orgánica, algo mucho menos grave que una volubilidad de principios o un oportunismo crudo y duro como los exhibidos por los munícipes benidormenses y por quienes les jalean. Desde luego, el PP no está en condiciones de dar ni una lección ni media.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_