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ANNETTE SCHAVAN Ministra alemana de Investigación | Cumbre de la UE en San Sebastián

"Innovación y ciencia son fuentes de bienestar social"

Mikel Ormazabal

Representantes políticos de los 27 países miembros de la UE, entre ellos una docena de ministros de Ciencia e Innovación, dieron ayer su respaldo unánime en San Sebastián a la Declaración de Donostia, el documento que podría ser aprobado en un futuro Consejo de ministros y que contiene el compromiso de la UE de jugar "un papel activo" en la recuperación económica y en la lucha contra la pobreza.

Entre los firmantes de este manifiesto, los ministros de Investigación de Alemania y Portugal, Annette Schavan y José Mariano Gago, respectivamente, con quienes ayer conversó el diario EL PAÍS. La primera explicó que la actual crisis económica "ha mandado una señal clara a la sociedad: es más necesaria que nunca la crisis".

Gago, ministro de Portugal: "Superar la crisis exige más conocimiento"
Garmendia apuesta por aumentar el gasto en ciencia e innovación

Schavan aseguró que "la innovación y la ciencia son fuentes de bienestar", por lo que los gobiernos deben apostar por hacer más visible los resultados de los investigadores. Alemania acudió a esta reunión europea con la propuesta de "apostar por la alta tecnología", esto es, "la necesidad de poner en sintonía a la ciencia y la industria". A su juicio, "la innovación tecnológica tiene valor cuando las políticas de las instituciones se integran con la industria, porque cuando surge una nueva aplicación científica se crean muchos puestos de trabajo".

Su homólogo portugués señaló que uno de los retos planteados durante las sesiones del Kursaal fue "la necesidad de impulsar los recursos humanos de ciencia y tecnología que posee Europa", lo que debe traducirse en "talento del exterior, facilitar la llegada de estudiantes científicos, ingenieros de otras partes de Europa, y de fomentar los valores de la educación científica en las generaciones más jóvenes".

Los ministros comunitarios discutieron, asimismo, sobre "la posibilidad de que el modelo social europeo, basado en sistemas de protección social (desempleo, pensiones, salud), sea también una fuente de innovación que se pueden exportar".

"La tecnología puede ser una gran puerta hacia la inclusión social", admitió Gago. En este sentido, Schavan recordó que la comunidad científica tiene que dar una respuesta a los ciudadanos porque "los pacientes quieren contar con unos diagnósticos [médicos] mejores y unas terapias menos agresivas".

Gago resaltó el acierto de la Presidencia de turno española de introducir el debate sobre las aplicaciones de la investigación en las políticas sociales y, además, "el desarrollo de las capacidades de investigación para su integración en los sistemas nacionales y los europeos".

El responsable portugués de Ciencia y Tecnología destacó el "amplio consenso alcanzado entre los países europeos" sobre el marco regulatorio de las grandes infraestructuras científicas: "La nueva generación de estas infraestructuras de investigación nunca más serán nacionales. Si un Estado decide crear una gran infraestructura científica, deberá aceptar que el uso sea compartido. Esto es así porque la UE en conjunto tiene capacidades suficientes para desarrollar instrumentos científicos a escala mundial" y competir con las grandes potencias, como EEUU o China y la India.

Esta preocupación estuvo presente en las reuniones del Kursaal, dado que en el ámbito de la I+D, las previsiones apuntan a que, si no se toman medidas para evitarlo, "la mayoría de la ciencia se producirá en 2025 fuera de los países que hasta ahora han sido considerados líderes, muchos de ellos europeos". Europa corre el riesgo de perder su liderazgo y ser superado por Asia. Dentro de quince años, China y la India producirán el 20% de la I+D mundial, el doble que en la actualidad.

En este sentido, Gago da relevancia al apoyo dado por los ministros a la Declaración de Donostia: "Es una declaración política que nos parece importante, porque confirma que los gobiernos europeos son conscientes de la absoluta importancia de aumentar los presupuestos destinados a ciencia y enseñanza en los años próximos. Superar la crisis exige más conocimiento, más innovación y dar prioridad absoluta a las políticas públicas de I+D+i".

Los ministros acordaron precisamente establecer indicadores para medir el compromiso con el espacio europeo de investigación, unos índices que deben estar relacionados con la inversión que la UE dedica en su conjunto -la contribución de los países y los fondos comunitarios a la I+D+i-. Todos los países se mostraron dispuestos a "mantener, sostener e incrementar la inversión en I+D+i", según explicó la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, quien recordó que los gobiernos se han fijado el objetivo de destinar el 3% de su PIB a estos programas de investigación.

Asimismo, abogó por lograr evitar la pérdida de la capacidad competitiva a través de la simplificación de procedimientos burocráticos y avanzar hacia "una cultura de confianza en los investigadores reforzando la rendición de cuentas, pasar de la cultura del control a la de la confianza basada en la responsabilidad". Los ministros se mostraron partidarios de que la ciencia contribuya a la erradicación de la pobreza.

Por otro lado, Garmendia dio la bienvenida al anuncio de la Comisión de "explorar las posibilidades de poner en marcha alguna iniciativa concreta para Haití, que tenga que ver con poder acoger a estudiantes del sistema de Haití en los diferentes países, a través de programas que proponga la Comisión".

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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