El Barça medita impugnar el partido con el Partizán

Los árbitros, tres; los dos entrenadores, el del Partizán y el del Barcelona, y varios jueces de mesa deliberaron a pie de pista durante diez minutos. El veredicto arbitral, tras observar una y otra vez la repetición de la última y decisiva jugada del partido en un monitor, fue el de no admitir como canasta el último lanzamiento de Mickeal. Resultado: 67-66 para el Partizán.

Pero la cuestión no quedó nada clara. Ese último tiro de Mickeal se produjo dentro del tiempo reglamentario, pero, mientras el balón tocaba el aro y daba una caprichosa vuelta sobre el mismo, ya se había consumido. Fue entonces cuando Roberts, pívot del Partizán, lo repelió, aún suspendido sobre él.

Según el reglamento, si el tiempo se ha agotado "ningún jugador tocará el balón después de que éste haya rebotado en el aro y mientras tenga posibilidad de entrar en la canasta". Parecía que eso fue lo que sucedió en el pabellón Pionir, de Belgrado. Sin embargo, prevaleció el criterio de los árbitros, que consideraron que cuando Roberts tocó el balón ya iba fuera de la canasta.

El Barça firmó el acta arbitral bajo protesta y anunció su intención de impugnar el partido. Pero el secretario técnico, Joan Creus, explicó ayer: "Analizaremos la acción y, si hace falta, daremos el paso". Anoche, tras cuatro horas de reunión, la dirección deportiva del club decidió posponer la decisión hasta hoy.