Libelium, reyes del sensor
La empresa fundada por dos ingenieros zaragozanos ha creado un dispositivo genérico que sirve para medir, monitorizar y mandar señales a distancia
Un sensor, colocado en el bosque, oye a un árbol decir no puede respirar bien, hay más CO2 del normal y tiene mucho calor; la temperatura es demasiado alta. Inmediatamente, el sensor manda un mensaje al móvil de un guardabosques, que, a pesar de estar a 40 kilómetros de allí, interpreta el dato: un incendio. Esta escena de cienciaficción es realidad gracias a Libelium, empresa creada por los ingenieros zaragozanos Alicia Asín y David Gascón.
Libelium diseña y fabrica hardware para redes sensoriales; desarrollan su propio router multiprotocolo. "El único, en su clase, que reúne las tecnologías Wi-fi, ZigBee, GPRS, Bluetooth y GPS en una misma máquina", dice Asín.
"Esto permite crear redes malladas de nodos para que, trabajando independientemente, cada nodo pueda captar las señales del entorno, codificarlas en alarmas y, si fuera necesario, enviarlas al nodo más próximo y, así, alertar a un centro de control de alarmas", explica Asín. "Hemos creado un dispositivo genérico que sirve para medir, monitorizar y mandar. Un tercero será quien elija qué variables necesita monitorizar".
Plataforma sensorial
"Queremos convertirnos en la plataforma sensorial de referencia mundial", explica la ingeniera maña. "No estamos interesados en ofrecer dispositivos sensoriales para, por ejemplo, invernaderos, pero sí en proporcionar sensores para que una empresa de jardinería, con nuestra tecnología, desarrolle los parámetros de medición que necesita para su negocio profesional".
Viendo que cada uno de los pasos del desarrollo de los sensores podría tener aplicaciones prácticas, Asín y Gascón decidieron ponerlas en el mercado esto productos. "Por ejemplo, sensores para controlar el número de personas que pasan por una determinada puerta, a qué hora, en qué días...". Así, además de obtener recursos económicos, Libelium se dan a conocer en el mercado y, sobre todo, en la Red.
Lo mismo que se habla de invernaderos o bosques, podría aplicarse a una carretera que activa señales de desvío del tráfico al detectar un accidente o determinar dónde se ha abierto un contenedor o identificar cuándo el agua de un río se vuelve insalubre.
La pareja de ingenieros empezó su aventura con 3.000 euros y mucho arrojo. ¿Quién puede dar dinero a dos recién licenciados?, se preguntaron, y se contestaron: los concursos de proyectos empresariales remunerados. "Hemos ganado en 10 de ellos, lo que nos ha dado 50.000 euros". Con ese dinero, Libelium ha obtenido el músculo empresarial necesario para llamar a los bancos. "Y ya tenemos un millón de euros".
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