Educación defiende que el nuevo sistema garantiza la libertad de elección

El Departamento de Educación se estrena el lunes bajo la égida del PSE con los procedimientos de matriculación con la novedad de una nueva aplicación informática centralizada en las delegaciones territoriales. Con ella controlará las peticiones de las familias, evitará los fraudes y permitirá conocer la demanda real de modelos lingüísticos. Todo ello lejos de "conflictos artificiales", según la consejera, Isabel Celaá, quien reaparecía públicamente tras sufrir una fisura de pelvis finales de año.

Los padres podrán solicitar información y el impreso correspondiente en los mismos centros escolares. "Los que lo entreguen los primeros no tienen más opciones que otros para entrar", explicaba ayer Ana Eizaguirre, coordinadora de la Federación de la Escuela Pública Vasca, haciendo un llamamiento a la tranquilidad a los padres con hijos de dos años, las plazas más codiciadas.

El PP considera las nuevas medidas un "avance insuficiente"

El impreso se entregará en el colegio que sea la primera de las tres opciones que se permiten, independientemente de si el centro oferta el modelo lingüstico deseado por la familia. A partir de entonces, se realizará la baremación habitual, en función de aspectos como la cercanía del domicilio, el más valorado por el 22% de las familias, según la consejera. Los cambios en la zonificación generarán problemas también este año, explicó Eizagirre.

Si el modelo lingüístico requerido como primera opción no se oferta en el centro, lo que puede ocurrir con el modelo A (íntegramente en castellano), el colegio baremará la segunda opción como si fuese la primera, para evitar desigualdades. De forma paralela, se notificará a la delegación territorial la primera preferencia, que quedará registrada en el sistema informático. Sólo se crearán aulas de modelo A si se recogen cerca de 20 solicitudes en el mismo colegio. Educación considera que este sistema "garantiza" la libertad de elección por parte de los padres.

Esta pretensión cojea en el ámbito concertado. Educación deberá dialogar con colectivos como Kristau Eskola para garantizar la libertad lingüística, ya que por ley la Administración no puede obligar a los centros privados. Aitor Bilbao, presidente de esta agrupación de centros concertados, explicaba ayer a EL PAÍS que, si una familia comparte el proyecto educativo de sus centros, pero no el idioma en el que se oferta, buscarán "la alternativa en otro centro de Kristau Eskola que sí lo tenga". Entre el 27 de marzo y el 30 de abril se colocarán los estudiantes que no hayan logrado su primera opción.

El cambio fue acogido como un "avance insuficiente" por el portavoz del PP en materia educativa, Iñaki Oyarzabal, quien lamentó la tardanza de las explicaciones de Celaá, a tan sólo tres días del inicio del plazo de prematrícula. Oyarzabal propuso crear una oficina de información y un teléfono de atención para padres, y emplazó a que el departamento se ponga en contacto con ellos para contrarrestar la campaña -de "desinformación"- de ayuntamientos vizcaínos a favor del modelo D. De hecho, propuso retrasar el inicio de la prematrícula o extenderla para poder realizar estas acciones. Educación resaltó que el Ejecutivo cuenta con herramientas informáticas como la recién estrenada web Irekia o la ventanilla Zuzenean.

El portavoz del PP criticó además la limitada exigencia con los centros concertados y, aunque se mostró cauto a la hora de valorar la importancia de este desencuentro de cara al pacto entre el PSE y el PP, avisó que si no se cumplen los compromisos adquiridos en esta materia su partido pedirá la convocatoria de la comisión de seguimiento del pacto.

En pleno debate político sobre los modelos lingüísticos, el departamento mostró sus ejes de actuación en el plano no universitario que pasan precisamente por superar el actual sistema lingüístico e implantar un único marco trilingüe.