El PSPV exige medidas para mantener los colegios abiertos
Propone al Consell un diálogo sobre el Circuit Teatral
"No hay un euro, pero sí una obsesión de control". Así resumieron ayer las diputadas socialistas Carmen Ninet, Ana Noguera y Jeannette Segarra la situación de la política educativa y cultural del Consell. Ninet afirmó que los graves problemas en estos y otros terrenos son fruto de la parálisis institucional del PP, con "un presidente Camps que tiene problemas con la justicia, un Gobierno ausente y un partido cansado". Noguera anunció una interpelación urgente al consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, en la que pretende plantearle la necesidad de un "plan de viabilidad para mantener los colegios abiertos".
La diputada socialista recordó que no se han pagado los gastos de mantenimiento de los institutos del último trimestre, que no llegan las becas de comedor y son las asociaciones de madres y padres las que se han tenido que hacer cargo de suplir ese servicio y que no se sustituyen las bajas de profesores por falta de recursos. "La economía Gürtel tenía letra pequeña", señaló Noguera, quien añadió que a la incapacidad para garantizar los servicios mínimos del sistema educativo se suma una actitud de "ordeno y mando" por parte de Font de Mora plasmada en el decreto legislativo que modifica la composición del Consell Escolar Valencià para dar más presencia a los componentes designados a dedo por la Administración. "Camps lo vive todo desde el rencor a los que no controla", dijo la parlamentaria socialista, "y por eso acabará amurallado en el Consell junto a su guardia pretoriana".
Noguera denunció las represalias a los disidentes, como al sindicato STEPV, al que han suprimido las subvenciones, el intento de instrumentalizar la inspección educativa y la reducción de recursos de la educación de adultos en el momento en que los parados buscan reciclarse, entre otras "tropelías".
Jeannette Segarra, por su parte, anunció una proposición no de ley que exige desarrollar la Ley de Ordenación del Teatro y la Danza de 2007, derogar la orden que rompe el funcionamiento del Circuit Teatral Valencià y abrir una mesa de diálogo entre los representantes del sector y las instituciones para sacar adelante ese circuito. Segarra acusó a la consejera de Cultura, Trini Miró, de poner en peligro y generar "malestar y enfrentamientos gratuitos" en sectores como el de las bandas de música o el del teatro en municipios pequeños y medianos. Un total de 1.200 representaciones al año en 62 poblaciones, con 460.000 espectadores avalan al Circuit Teatral Valencià, recordó Segarra, como elemento de "dinamización del mundo cultural y de creación de puestos de trabajo".
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