"El Barça es hoy más rico"

"El Barça es hoy más rico". "Es una perla para gestionar con mucho beneficio para el club". Así de satisfecho se mostró ayer el vicepresidente económico del Futbol Club Barcelona, Joan Boix, horas antes de que el Ayuntamiento barcelonés aprobara inicialmente la tramitación urbanística de la recalificación del Miniestadi. Poco después, socialistas, convergentes y ERC en la comisión de urbanismo del Ayuntamiento defendían las bondades de la operación y subrayaban la "generosidad" del club.

El Partido Popular se opuso alegando que era temeraria una operación de ese calibre a meses vista de las elecciones en el club, además de no responder a las necesidades sociales. Iniciativa per Catalunya, socio de gobierno del alcalde, Jordi Hereu, fue la más contundente en las críticas a la recalificación del Miniestadi: "Es una operación que beneficia los intereses del club, no los de la ciudad. Está tan claro que hasta lo dicen ellos", remachó la concejal ecosocialista Elsa Blasco, al leer las manifestaciones que habían hecho los directivos del Barça. A su lado, el edil de Urbanismo, el socialista Ramón García Bragado ponía cara de póquer.

Lo que aprobó ayer el Ayuntamiento es el primer paso de una larga tramitación. García Bragado señaló que los pisos difícilmente podrán ser una realidad antes de 13 años. Directivos del Barça, en cambio, dejaron claro que edificarán cuando el momento inmobiliario sea oportuno y puedan obtener el máximo rendimiento. La operación en cuestión supone la recalificación de las siete hectáreas de equipamiento, las que ocupa el Miniestadi. La compensación obligada de esos metros de equipamiento se hace en tres lugares diferentes: dos fincas de Montcada i Reixac -de un total de 73.000 metros cuadrados- y otra de 8.000 en la plaza de Alfons Comín en Barcelona.

Los terrenos del actual Miniestadi se convertirán en edificables y en ellos se alzarán 1.624 pisos. De los 130.000 metros cuadrados de techo resultantes, 78.000 se destinarán a vivienda del mercado libre para levantar 812 pisos y los restantes 52.000 a vivienda protegida con otros 812 pisos. Es decir, que los públicos serán más pequeños que los de promoción privada. La titularidad del suelo en el que se levantarán los pisos sociales será cedida al Ayuntamiento.

A uso hotelero se reservan 15.000 metros cuadrados de techo y otros 8.000 a terciario. En el propio entorno del Barça se construirán equipamientos de barrio: una guardería, un centro de enseñanza primaria, un IES, un centro cívico, una residencia para la tercera edad y un pabellón polideportivo.

De acuerdo con el convenio firmado entre el Barça y el Ayuntamiento, las plusvalías que genere la actuación deberán ser reinvertidas en la reforma del estadio, en la construcción del nuevo pabellón azulgrana.

La recalificación, perseguida con ahínco por el club desde 2000, es rechazada por los vecinos, que no dudan de calificarla como de pelotazo. En cuanto al beneficio de la operación para el club, el Consistorio encargó un estudio económico que lo calcula en unos 70 millones de euros, una cantidad que dista mucho de las cuentas que hace el club, que no bajan de los 300 millones tal como reconoció el actual presidente de la entidad, Joan Laporta, el día que firmó el convenio con el alcalde. Es una cifra suficiente para costear la reforma del estadio y el nuevo Palau, según dijo entonces Laporta, unos proyectos que, hoy por hoy, siguen sin definirse.