La FAMP reitera su disgusto con las dos leyes locales y espera mejoras

Ni dimisión ni rebelión. Después de una semana y media tirando de los extremos, el elástico volvió a su posición original en la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP). La comisión permanente de este órgano ratificó por unanimidad a su presidente, el socialista Francisco Toscano, y también, la resolución de un acuerdo acordado en una reunión celebrada el 19 de enero en la que los alcaldes mostraron su "insatisfacción" con el contenido actual de las llamadas leyes locales de Andalucía, que se encuentran en tramitación parlamentaria.

La crisis institucional en la FAMP quedó ayer en un conato y Toscano, quien la semana pasada amagó con dimitir, decidió continuar al frente de la institución. El debate sobre las leyes locales volvió a como en principio estaba diseñado por el propio PSOE. En los proyectos de ley remitidos a la Cámara no se incluyen todas las peticiones de la FAMP, como las de blindar las competencias propias de los ayuntamientos o el de aplicar en 2010 la financiación incondicionada que los municipios van a recibir por los ingresos tributarios de la Junta.

IU también acusa al PP de intentar "deslegitimar" la institución

Antes de esta trifulca, lo pactado por el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, y la FAMP era que a lo largo de la discusión parlamentaria se incluirían algunas demandas, entre otros motivos, porque el PSOE quiere aprobar estas leyes al menos con el apoyo de IU. Y para eso hay que dar un margen de maniobra suficiente a la federación de izquierdas para que visualice sus aportaciones.

A la reunión de ayer, sólo faltó un alcalde socialista, mientras que por el PP sólo acudió la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz. El representante del PA se excusó, pero mostró su apoyo a Toscano, mientras que acudieron los dos representantes de IU. Muñoz se ausentó durante la votación de una resolución en la que se afirma que "en ningún momento se acordó el rechazo a las leyes" el pasado día 19.

A este hecho es el que se agarró el PSOE para acusar al PP de "manipular" la citada reunión, olvidando que fue Toscano el que declaró: "No ha habido un rechazo, es algo más fuerte que simplemente rechazo", dijo a este periódico entonces. El PSOE llamó a filas a todos sus representantes y les obligó a firmar un documento en el que mostraban el apoyo total al contenido y los objetivos de las citadas leyes, desdiciendo lo acordado. El representante de IU, el alcalde de Puerto Real, también acusó al PP de intentar "deslegitimar" a la FAMP.