La Puerta de las Granadas se abre

Granada recuperó ayer uno de sus paseos más bellos entre la ciudad y la Alhambra. El acceso natural y también el más corto desde el centro al recinto palatino a través de la restaurada Puerta de las Granadas volvió a abrirse y sólo será peatonal. Cuestiones de conservación obligan a restringir el tráfico que tanto castigó esta obra renacentista que el emperador Carlos V ordenó construir en el siglo XVI en su empeño por hacer de Granada una ciudad imperial. Se le atribuye a Pedro Machuca y se alzó sobre una construcción islámica.

Su nombre se debe a las tres granadas abiertas que decoran su frontón. En el tímpano destaca un escudo imperial con figuras alegóricas de la paz y la abundancia. Un gran arco semicircular que soportan dos columnas toscanas sujeta la coronación y está flanqueado por otros dos más pequeños. Todos están labrados en piedra con aparejo almohadillado que, a consecuencia de los humos, rozaduras y abrasiones, estaba muy dañados.

El emperador Carlos V mandó construir el monumento renacentista

La restauración cuyo coste ha sufragado el Ministerio de Cultura con más de 658.000 euros finalizó en octubre pasado. Y aunque la intervención se ha prolongado más de lo previsto -ha estado cerrada dos años y nueve meses-, las administraciones implicadas han logrado alcanzar un acuerdo para evitar el tránsito de vehículos. La Consejería de Cultura asume el coste del reajuste de las líneas de autobús que deben desviarse por el Realejo y pagar por ello 330.000 euros al año al Ayuntamiento de la capital.

Hasta que no haya autobuses con emisiones mínimas contaminantes no volverán a pasar por esta puerta que "sufre también mucho con el clima de Granada", explica la restauradora Concha Cirujano. Precisamente han sido informes técnicos aportados en el proceso de restauración los que han motivado que continúe cerrado el espacio a la circulación de los microbuses que años atrás subían desde Plaza Nueva a la colina por la Cuesta de Gomérez. "Una intervención no acaba cuando quitas los andamios, sino que luego hay que saber seguir conservando la obra y para esto es esencial la peatonalización", argumenta Cirujano.

Además de limpiar los paramentos y elementos decorativos, se han reintegrado las partes deterioradas, los sillares perdidos, y se ha impermeabilizado la cubierta y protegido los aleros con planchas de plomo. El hallazgo, en una excavación arqueológica, del pavimento original del arco central de la puerta obligó a replantear todo el proyecto, que ha permitido al final recuperar el nivel de altura que tenía en origen y que se había elevado a consecuencia de sucesivas capas de asfalto.

Su peatonalización es también una reclamación de los comerciantes y vecinos de la zona que creen pertinente invertir más en esta vía que es la principal ruta de comunicación peatonal directa entre el núcleo urbano de Granada y la ciudad palatina. De la puerta arrancan tres caminos: el de la izquierda, que conduce a la Alcazaba y a los Palacios Nazaríes; el del centro, que conduce al Generalife, y el de la derecha, que lleva al campo de los Mártires por donde penetraron los cristianos para apoderarse de Granada en 1492. El bosque que tan grato hacen el paseo por el que discurren también arroyos datan de épocas cristianas.

El proyecto de restauración es obra de los arquitectos Miguel Ángel Martín Céspedes y Alberto Humanes Bustamante. Una vez finalizado y con el objetivo de garantizar la conservación de la Puerta de las Granadas, el Patronato de la Alhambra ha instalado, en colaboración con las universidades de Granada y Bruselas, una estación en una zona adyacente para medir el impacto de dióxido de carbono.