España ofrece su peor cara
La selección pierde estrepitosamente contra Polonia y se complica las semifinales
La primera derrota lo cambió todo. La imagen de seriedad y de solvencia que había dado España en los tres partidos de la primera fase se vino abajo en el primer envite de la segunda fase. La selección de Valero Rivera entró en una espiral descendente de la que no consiguió salirse en los 60 minutos contra Polonia. No es que los de Wojdan Wenta, ex jugador de Rivera en el Barcelona, realizaran un gran partido. El principal problema es que no lo necesitaron. Ganaron a España con una superioridad terrorífica en todas las líneas y la vencieron por seis goles, lo que complica sobremanera el acceso a las semifinales de España, obligada a ganar a Alemania y Eslovenia y a esperar algún tropiezo de Francia o Polonia.
ESPAÑA 26- POLONIA 32
España: Hombrados (Sierra), Gurbindo, Prieto (1), Tomás (3), R. Entrerríos (2), Ugalde, Morros -siete inicial-, A. Entrerríos (2), Garabaya (1), Aguinagalde (2), Juanín (3), Romero (8, 7 de penalti), Rodríguez, Malmagro (4) y Mikel.
Polonia: Szmal (Wyszomirsk), Jaszka (3), Bielecki, Zoltak (1), Jurecki (6), Jurasik (5), K. Lijewski (3) -siete inicial-, M. Lijewski, Kuchczynski (2), Jachlewski (2), Siodmiak (1), M. Jurecki (3), Tluczynski (3), Jurkiewicz y Rosinski (3).
Marcador cada cinco minutos: 2-3, 3-5, 5-7, 6-9, 7-12, 9-13 (descanso). 12-16, 16-20, 18-25, 21-27, 22-30 y 26-32.
Árbitros: Olesen y Pedersen (Dinamarca).
"En lo que más debemos reflexionar es en la necesidad de no acelerarnos cuando vamos por debajo en el marcador", analizó Rivera. "Polonia nos ha superado en toda línea. No hemos jugado bien y eso puede ocurrir. Lo que no debe repetirse es que perdamos el control".
España ofreció su peor cara, mostró aspectos del juego que parecían definitivamente olvidados. Carencias en defensa y en ataque. Impotencia. Una imagen diametralmente opuesta a la que había dado la primera semana. Contra la República Checa y ante Hungría, el ataque español demostró una eficacia que no se le había visto desde los mejores años de Juan Carlos Pastor. Y después, contra Francia, el equipo fue capaz de remontar seis goles de desventaja, sin prisas, sin perder los nervios, manteniendo la tensión, hasta situarse en posición de ganar incluso el partido. Pero esa calidad y ese espíritu había desaparecido ayer. Nada era lo mismo.
El conflicto mental se inició ya en la primera parte, cuando el ataque no logró resolver los problemas que le planteó la defensa en 6-0 de los polacos. Rivera no cambió los esquemas de juego que tan buen resultado le habían dado hasta ahora. Salió con Raúl Entrerríos en el centro, Gurbindo en la derecha y Alberto Entrerríos en la izquierda. Delante estaban Víctor, Ugalde y Aguinagalde. Pero esta las circulaciones apenas existían, los lanzamientos salían fuera o se estrellaban en el poste o eran parados por el portero, ni siquiera el pivote estuvo acertado. Consciente del problema, Rivera cambió cuatro veces la primera línea en 20 minutos: entró Chema con Iker y Alberto, regresó Raúl con Alberto y Malmagro, cambió a Iker y a Alberto de lateral. Pero no hubo reacción.
La dinámica no cambió en la segunda parte. En un último alarde, el seleccionador optó incluso por colocar a Chema en el lateral izquierdo, a Raúl en el centro y a Malmagro, en el derecho, olvidándose de la experiencia de Iker y de Alberto. España no prosperó. Y mientras el ataque se encallaba, la defensa se iba resquebrajando, sin lograr frenar a los lanzadores y permitiendo que la segunda línea jugara demasiado libre. Un desastre que costó una derrota dolorosa. "No jugamos bien en ataque y lo que más lamento es que no supimos resolver tampoco las superioridades", reconoció Rivera. "Pero esto es muy largo. Debemos recuperar nuestro juego. No podemos dar esta sensación de ansiedad cuando vamos por detrás".
Por el momento, Francia, aún sin jugar a su mejor nivel, y Polonia se sitúan ya con cinco puntos. España tiene tres. Les quedan dos partidos a cada uno. Y Francia y Polonia deben enfrentarse el último día. En el camino, España puede recuperar sus opciones o perderlas todas. Alemania, mañana, dará la primera respuesta.
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