Tormenta sobre el sector bancario

Los mercados de valores han sufrido en esta última semana una serie de convulsiones como consecuencia del anuncio de nuevas medidas regulatorias al sector financiero en Estados Unidos.

El Ibex 35 ha caído en esta semana el 3,98% para cerrar en 11.373,40 puntos, después de rebotar en el nivel de los 11.200 puntos. En tan sólo tres sesiones, este índice ha perdido el 5,40%, aunque en los peores momentos de la jornada del viernes llagaba a acumular una caída del 6,80%.

Las medidas anunciadas afectarán al tamaño y tipo de operaciones de las entidades financieras, con el fin de evitar en lo posible la repetición de la pasada crisis, en la que la ingeniería financiera de última generación estuvo muy presente.

Otro elemento a tener en cuenta para comprender la inestabilidad de las Bolsas en estos días es el anuncio de China de restringir el crédito, lo que pondrá en peligro las estimaciones de crecimiento de las entidades que operan en aquel país.

Los inversores no se lo pensaron dos veces y los valores bancarios sufrieron la presión del papel un día tras otro y en todos los mercados sin exclusión, lo que desvió completamente la atención de cualquier otro objetivo. Con todo, lo que más alarmó a los inversores fue el tono que adquirió el enfrentamiento entre el presidente de Estados Unidos y el sector financiero, al que ha desafiado con una guerra en el supuesto de que se opongan a las medidas.

En el terreno macroeconómico tampoco estuvieron las cosas muy animadas, con un descenso de las expectativas económicas en Alemania y la reiteración del BCE en anunciar que la recuperación en la eurozona será tan moderada como desigual. A este respecto hay que recordar la situación de debilidad del euro provocada por los problemas financieros de Grecia.

En un entorno más doméstico, los inversores apenas han podido prestar atención a la presentación de resultados empresariales que apenas unos días antes parecían ser el centro exclusivo de atención. Por el momento, la banca mediana española se defiende razonablemente bien, aunque la tasa de morosidad y las provisiones siguen siendo una preocupación constante para todos.

La fuerte presión vendedora provocada por el ambiente internacional ha arrastrado a todos los valores y ha dejado al mercado español en una situación curiosa, en la que algunos precios muestran un atractivo importante que, dadas las circunstancias, nadie parece apreciar.

Los constantes altibajos que precedieron a la tormenta desatada sobre el sector financiero son, para algunos observadores, parte del problema, pues en la jornada del pasado martes se produjo una "subida en falso" de los mercados europeos que dejaba muchas cotizaciones en una posición muy vulnerable que hizo crecer la volatilidad hasta niveles excesivos. -