Feijóo pide a Baltar Pumar una candidatura única que pacifique el PP de Ourense

La batalla fratricida entre los Baltar y uno de sus antiguos colaboradores, el alcalde de Verín, Juan Manuel Jiménez Morán, por el control del partido en la provincia ha incendiado el PP de Ourense y forzado a intervenir -por segunda vez en mes y medio- al presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo. Ayer el líder del PP volvió a sentarse a la mesa en Santiago frente al sempiterno barón ourensano, José Luis Baltar, para tratar de buscar una salida digna al conflicto con una lista de integración que encabezaría su hijo, José Manuel, con representantes de la corriente crítica, incluido el propio Jiménez Morán.

Fuentes de la dirección del PP admiten que Feijóo pretende poner fin así al goteo de titulares con acusaciones cruzadas sobre clientelismo y prácticas caciquiles, esta vez desde dentro del propio partido. Consciente de la ventaja que a priori habría tomado el vicepresidente primero del Parlamento, José Manuel Baltar, que ha concitado la mayoría de apoyos de los alcaldes, el líder del PP aceptaría incluso la sucesión dinástica en Ourense, con tal de evitar que el conflicto siga engordando y sobre todo de garantizar la paz interna tras el cónclave.

Fuentes conocedoras de la reunión aseguran que el presidente de la Diputación de Ourense evitó comprometerse y sólo pactó trasladar la oferta a su hijo, que será quien finalmente decida. Su respuesta es muy similar a la que el propio Baltar Pumar deparó a Feijóo el pasado 30 de noviembre, cuando éste le pidió una prórroga de su mandato para evitar precisamente la guerra que ahora ha estallado entre el baltarismo y sus detractores, algunos muy próximos a Feijóo.

Si el entendimiento que reclama el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, entre las dos facciones en Ourense era complicado en diciembre —cuando comenzó la lucha por el poder— ahora, tras semanas de reproches públicos, algún insulto y muchas puyas cruzadas, se antoja casi imposible. Lo repite el candidato José Manuel Baltar cada vez que tiene ocasión: no traicionará a quienes le acompañan en la candidatura.

A tenor de sus últimas declaraciones, tampoco su rival, Jímenez Morán, que ha denunciado presiones y chantajes de los Baltar y prometido "regenerar" el PP de la provincia, está precisamente en una estrategia pactista. El veterano regidor de Verín incluso ha solicitado ante los periodistas la mediación de la dirección regional para que organice el congreso, dando a entender que sólo esa fórmula garantizaría la limpieza de las primarias.

Pero el secretario general, Alfonso Rueda, no se da por enterado. Como se encargó de recordar ayer, tras la reunión del comité ejecutivo del PP gallego, ninguno de esos lamentos los había hecho llegar Jímenez Morán a los órganos del partido, ni siquiera los comunicó al comité de dirección del que es miembro. Claro que en este órgano también tiene silla el destinatario de todos sus dardos: el presidente del PP y de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar Pumar. "Lo he leído en la prensa pero no ha llegado ninguna reclamación", aseguró Rueda, quien de paso subrayó que es el comité organizador del partido en Ourense el que debe "ejercer competencias sobre las reclamaciones de los candidatos" en primera instancia.

Rueda desoye así las constantes quejas de Jímenez Morán, que ha centrado la campaña en su cercanía a Feijóo, pero el número dos del PP gallego advirtió de que la dirección regional espera "que la gente pueda participar en libertad", informa Daniel Salgado.

Fue todo lo que dijo el secretario general en la rueda de prensa porque la crisis de Ourense no ocupó ayer por la tarde ni un sólo minuto en el comité ejecutivo del Partido Popular, pese a que el enfrentamiento entre los Baltar y sus rivales en la provincia preocupa y mucho a Feijóo, por el desgaste que está sufriendo el partido allí y la amenaza que supone para sus reiteradas promesas de renovación. Rueda no se explayó, y Baltar y Jímenez Morán salieron de la reunión cada uno por su lado.