La temporada de resultados abre a la baja
Los inversores continúan sin encontrar argumentos en los que apoyar una decisión firme y la mayoría de los mercados de valores cierra esta sesión con un resultado moderado.
El Ibex 35 acusó la inestabilidad reinante mediante una serie de altibajos de los que difícilmente podían sacarse conclusiones y que le llevaron hasta un cierre casi neutro. El principal índice de la Bolsa española terminó en 11.999,80 puntos, con un avance del 0,35%, mientras que los valores medianos subieron el 0,14% y los pequeños el 0,63%.
El BCE decidió mantener el precio del dinero en el 1%, tal y como se esperaba, al tiempo que admitía que no se puede pensar en subir los tipos de interés ante un crecimiento económico tan incierto como irregular.
Ante la ausencia de novedades en el entorno doméstico, toda la atención de los inversores se centró en el anuncio de la posible imposición de una tasa extraordinaria a la banca estadounidense, con el fin de recuperar el dinero aportado por el Gobierno en ayudas para evitar la quiebra del sistema.
Las reacciones del mercado estadounidense ante este anuncio fueron bastante neutras, incluso teniendo en cuenta que había un par de datos económicos de lectura un tanto negativa. Las ventas al por menor bajaron en diciembre el 0,3% en contra de las estimaciones de los analistas, al tiempo que las solicitudes semanales de subsidio de desempleo crecían, también de forma un tanto inesperada. Para los inversores, esos datos confirman que a ambos lados del Atlántico se dan los mismos problemas respecto del crecimiento económico, con el agravante de que las expectativas para Estados Unidos eran algo más optimistas.
En el mercado español, Banesto abrió la temporada de presentación de resultados empresariales, con una caída del 28% en el beneficio neto anual por el fuerte incremento de las provisiones para cubrir posibles pérdidas por morosidad. Las primeras conclusiones sobre esos datos apuntan a un comportamiento similar para el resto de la banca española, aunque las entidades mantienen diferentes niveles de morosidad en sus carteras de créditos.
La contratación en el Mercado Continuo se situó en 3.272,22 millones de euros, con 1.971,90 millones en el mercado abierto.
