Unicaja toma el mando de la fusión

Unicaja se ha hecho ya con el timón de la fusión con la cordobesa Cajasur. Los consejos de administración de ambas entidades aprobaron ayer la "estructura de gestión del proceso" de unión, que se ha dilatado y ha sufrido varios tensos encontronazos por la resistencia del Cabildo catedralicio, institución eclesiástica que hasta ahora controlaba la caja cordobesa.

Los dos consejos aprobaron -aunque no por unanimidad- la creación de un comité de gestión para el periodo de fusión, que se cerrará definitivamente en tres años como máximo. Este comité estará compuesto por los presidentes de las dos entidades, por los dos directores generales y por cuatro directivos más, un par por cada caja.

Los dos consejos no logran unanimidad en la aprobación de los estatutos

Pero el equilibrio se rompe con una figura que será fundamental y que ayer también se acordó crear: la del coordinador general en la fusión. Según informó la entidad malagueña, esta persona, "que será un alto directivo de Unicaja, tendrá las más amplias facultades de dirección y gestión para conducir el proceso" durante un periodo de tiempo que culminaría con la celebración de las respectivas asambleas generales.

El nombre del elegido que ocupará este cargo no trascendió ayer. Está previsto que se conozca en los próximos días. Se tratará de algo parecido a un nuevo director general que tutelará el proceso, según señalaron fuentes del sector.

Desde un primer momento, Unicaja -que se encuentra en una posición mucho más sólida que Cajasur- dio por hecho que su equipo directivo sería el que se encargaría de la gestión de la cordobesa cuando se avanzara en el proceso. Y, tras los últimos consejos de administración de las dos entidades, Unicaja ya ha fijado la estrategia: a partir de ahora no se discutirá qué hay que hacer sino cómo se debe hacer, tal y como explicó Braulio Medel, presidente de la caja malagueña, durante la reunión de ayer. Cajasur ha tenido que plegarse a la fusión debido a la mala dirección de los últimos años, que le llevó a entrar alocadamente en el sector inmobiliario. A este lastre la consultora Boston Consulting Group le puso cifras: según el informe elaborado por esta auditora la entidad cordobesa podría haber cerrado 2009 con 528 millones de euros de pérdidas. Además, alertaba de un posible agujero de 800 millones por fondos no cubiertos.

Los consejos de las dos cajas también aprobaron ayer el proyecto de estatutos de la futura entidad que resultará de la fusión. En este documento se incluye la composición de los órganos de gobierno durante el periodo de transición. Pero estos documentos no se aprobaron por unanimidad.

En el caso de Cajasur hubo una abstención y un voto en contra. El representante de los trabajadores, José Leiva, rechazó el proyecto, ya que los empleados no estarán en la futura comisión de control. Y el consejero Andrés Hens (IU) se abstuvo. Durante la reunión criticó la "chapuza jurídica" que, a su entender, suponen los textos aprobados ayer por Unicaja y Cajasur. Hens se ha caracterizado por su rotunda oposición a la fusión. Ninguno de los seis canónigos del consejo de administración se pronunció en la reunión de ayer. En el caso de Unicaja, fue el representante de CC OO en el consejo el que votó en contra de los nuevos estatutos y se abstuvo en el caso del comité de gestión.

También ayer por la tarde se constituyó la mesa de negociación laboral entre los sindicatos y la dirección de ambas cajas. La secretaria de comunicación del Sindicato de Administración y Servicios de CC OO de Andalucía, Alicia Domínguez, sostuvo que la reunión "es sólo de trámite" ya que los sindicatos no tienen de momento los datos del informe elaborado por la auditora Boston Consulting Group sobre el excedente de personal en ambas entidades financieras. Esta consultora, en un informe encargado por las dos entidades, estimó que, con la fusión, sobrarían unos 1.224 trabajadores de ambas cajas y de las empresas participadas, 767 procedentes de la cordobesa.