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Tribuna:coyuntura nacional
Tribuna
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Tocando fondo

El trabajo al ralentí propio de estas fechas no ha impedido que en la primera semana del año se haya producido una pequeña avalancha de indicadores. Entre los más significativos, los del paro registrado, contrataciones laborales, afiliaciones a la Seguridad Social, clima económico y confianza de la Comisión Europea, el consumo de energía eléctrica y las ventas de automóviles, todo ello de diciembre; y el Índice de Producción Industrial (IPI), y las ventas, empleo y salarios en las grandes empresas, ambos de noviembre. Comencemos por el que más impacto mediático y social tiene, el paro.

Los meses de otoño e invierno se caracterizan, por lo que se refiere al mercado laboral, por una estacionalidad desfavorable, derivada de la propia estacionalidad de muchas actividades productivas. Ello y la coyuntura recesiva por la que atraviesa la economía española auguraban un aumento considerable del paro en diciembre. Así fue, y la nómina de parados se elevó en 54.657 personas. Si eliminamos la estacionalidad, el aumento se redujo a unas 35.000, cifra que se sitúa algo por debajo de la media de los tres meses anteriores pero por encima de la de los meses centrales del año, que se vieron favorecidos por el empleo que generó el Plan de Inversiones Locales. El número de parados registrados al finalizar el año rozaba los cuatro millones de personas, con un aumento de casi 800.000 respecto a un año antes, 200.000 menos de lo que aumentó en 2008.

Si la economía seguía en negativo hasta diciembre sería por la contribución negativa de la construcción
La producción industrial ha dejado de caer y el número de afiliados sube en el sector servicios

La EPA, estadística más completa y de mayor calidad, cuenta una historia algo más negativa, pues ya en el tercer trimestre se habían superado ampliamente los cuatro millones de parados, con un aumento de millón y medio respecto al año anterior. Esta diferencia se debe, en buena parte, a que los últimos datos de la EPA son del tercer trimestre, pero también a que a lo largo de 2009 se ha ido ampliando la diferencia entre estas dos estadísticas hasta casi 500.000 parados, diferencia que en su mayor parte se produce en el colectivo de extranjeros. Habrá que esperar, pues, a la publicación de la EPA a finales de este mes para conocer en toda su amplitud la magnitud del paro. En los dos próximos meses el paro va a seguir aumentando, en gran medida por motivos estacionales. Especialmente terrible puede ser la cifra de enero, el mes con la estacionalidad más desfavorable del año y en el que puede producirse un aumento de 170.000 parados (25.000 en términos desestacionalizados). A partir de marzo y con más claridad en abril, la estacionalidad cambiará de signo y el paro comenzará a bajar.

En coherencia con el aumento del paro, la estadística de afiliados a la Seguridad Social registró un descenso mensual de 43.830 personas en diciembre y de 727.425 en 2009. El aumento de diciembre se reduce a 15.000 en términos desestacionalizados (-0,1%), el menor de todo el año. Como se ve en el gráfico superior derecho, a partir de la primavera se produjo un cambio notable en la tendencia de este indicador en el sentido de que las caídas mensuales e interanuales se moderaron sustancialmente, debido sobre todo al plan de obras públicas citado. Con el otoño, se produjo un leve empeoramiento que parece estar superándose en los dos últimos meses. No obstante, haciendo medias trimestrales, la caída del cuarto trimestre sobre el tercero es superior a la del tercero sobre el segundo, lo que no se compadece bien con algunas previsiones que hablan de un aumento del PIB en el último trimestre del año. Lo más positivo es que en el sector servicios y en términos desestacionalizados ya se han producido aumentos de la afiliación en los dos últimos meses, a razón de unos 10.000 por mes.

Otra noticia positiva nos la dio el IPI de noviembre, que mejoró notablemente las previsiones. La media de octubre y noviembre fue inferior en un 7,5% a la de los mismos meses de 2008, pero igual a la del tercer trimestre, lo que significa que la caída de la producción industrial ha tocado fondo. En resumen, el IPI nos dice que el sector industrial ha dejado de caer y, a partir de los datos de afiliados a la Seguridad Social, podemos deducir que el sector de los servicios puede haber iniciado la recuperación. Si el conjunto de la economía aún sigue en tasas negativas en el cuarto trimestre será debido, por tanto, a la contribución negativa de la construcción.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS).

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