La Bolsa no descansa ni en Reyes

Los mercados no se han tomado ni un respiro este año. Tres sesiones, tres subidas. Sorprende que, tras el rally alcista de 2009, los inversores sigan manteniendo su apuesta por las compras. Hay dudas sobre la solidez de la recuperación económica, sobre todo en los países desarrollados. Incluso no faltan voces de peso (los premios Nobel Paul Krugman y Joseph Stiglitz) que advierten del riesgo de que vuelva la recesión. Pero ni las ganancias acumuladas ni las amenazas que planean sobre la economía desaniman a los inversores, que ni siquiera en un día festivo como ayer aprovecharon la llegada de los Reyes Magos para hacer caja. El Ibex acabó con una subida del 0,15%, en 12.222,5 puntos.

El cierre negativo del día anterior en Nueva York sembró dudas en el parqué durante buena parte de la jornada. No ayudó a disipar la incertidumbre que fuera festivo, lo que se dejó sentir en la negociación (2.500 millones de euros), que fue la menor del recién nacido 2010. Sólo al final de la sesión el índice selectivo se adentró en terreno positivo y pudo así anotarse la leve ganancia con la que se clausuró el día.

De poca ayuda fue Telefónica. La operadora, uno de los grandes de los parqués españoles, ha comenzado el año con menos fuerza que el Ibex. Y no han servido como revitalizante las recomendaciones de Deutsche Bank y UBS, que incluyen a la empresa de telecomunicaciones española entre sus valores favoritos del sector.

Los bancos, por su parte, sí que contribuyeron a las ganancias. Todas las entidades financieras se sumaron a los números verdes. Y de nuevo el Banco Popular, el valor del Ibex que más se ha revalorizado esta semana (más de un 10%), volvió a destacar entre ellas. Al Popular le siguen la aerolínea Iberia y la constructora Ferrovial.

También han comenzado el año al alza el petróleo y el oro. En el primer caso, los vientos de recuperación de la actividad económica tiran hacia arriba de los precios del crudo. Ayer mismo, el barril de brent, la referencia europea, alcanzó los 81,6 dólares. Se pagaba así el importe más alto desde octubre de 2008.

Por lo que respecta al oro, ha arrancado enero con una mejora significativa respecto al cierre de diciembre. El mes pasado, el metal precioso por antonomasia acumuló una caída de casi 150 dólares tras tocar su techo histórico (1.215,7 dólares por onza). Ayer, la onza se pagaba a 1.135 dólares.