Siesta del Villarreal
El Celta sólo recibió un tiro de los de Valverde en la segunda parte
Puede estar deprimido en el pozo de la Segunda, pero el Celta parte de una premisa: le da un buen trato a la pelota. Eusebio, su técnico, empieza a pensar que por ahí vienen parte de sus miserias, pero en la Copa, sin las apreturas de la clasificación y ante un rival de fuste, invitó a sus chicos a recuperar el libreto, a combinar y gustarse, a sorprender a un Villarreal que desde la alineación dejó claro que llegaba a Balaídos a resolver y ahorrar esfuerzos en la vuelta, pero que firmó un partido lamentable.
Sin una referencia clara en ataque, el Celta planteó una guerrilla, Aspas y Abalo, dos extremos que se movían por todo el frente del ataque. Trashorras, un talento, los movía. Sufrió el Villarreal, pero también mostró su poderío. Fue como un puñetazo en la mesa. A Cani le concedieron dos segundos para buscar el desmarque de Rossi, que aprovechó el agujero para marcar.
CELTA 1 - VILLARREAL 1
Celta: Yoel; Víctor Vázquez, Túñez, Jordi, Hugo Mallo; Lopez Garai (Saulo, m. 62), Jonathan Vila; Dani Abalo, Trashorras, Botelho (Toni, m. 76); y Iago Aspas (Arthuro, m. 38). No utilizados: Sergio Álvarez, Noguerol, Roberto Lago, Candela.
Villarreal: Diego López; Ángel, Godín, Marcano, Oriol; Ibagaza (Bruno, m. 55), Eguren, Escudero (Fuster, m. 62); Cani, Llorente y Rossi (Cazorla, m. 80). No utilizados: Oliva, Capdevila, Senna, Jonathan Pereira.
Árbitro: Turienzo Álvarez. Amonestó a Oriol y Jordi.
Goles: 0-1. M. 11. Rossi. 1-1. M. 43. Arthuro.
Balaídos. 9.000 espectadores
Delicado como anda, el Celta ofreció síntomas de decaimiento. Llegó un segundo tanto del Villarreal en otro despiste defensivo que de nuevo aprovechó Llorente, pero que frustró un asistente de Turienzo en un error de apreciación. Fueron los peores minutos del Celta, que supo emerger porque buscó el balón. Por el camino llegó la lesión de Aspas, una mala noticia ante la que llegó una buena solución porque entró Arthuro entre las muestras de desagrado de la grada, que no le traga. Alto, fuerte y sin excesiva clase, al menos es un delantero. Marcó justo antes del descanso con un buen testarazo tras una falta que Trashorras le puso en la frente.
El Villarreal selló una segunda parte deplorable con un único disparo a puerta, un intento lejano de Cazorla que apenas inquietó a Yoel. Tuvo más argumentos el Celta, pero también mucha ternura, plagado de jóvenes canteranos como estaba, con 12 chicos de la casa en la convocatoria.
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