El Chelsea vuelve a ganar

Ganó por fin el Chelsea (2-1 al Fulham: un gol de Drogba, que se fue volando a Costa de Marfil, a la Copa de África; la primera victoria de los líderes de la Premier en cuatro partidos) y habló el sabio Arsène Wenger. "Esta temporada, cualquier equipo puede ganar a cualquiera. Ya no hay partidos fáciles", dijo el técnico del Arsenal, que marcha tercero, con dos partidos menos, a siete puntos del Chelsea. "A partir de marzo, cuando ya algunos equipos tengan claro que están salvados o que no entrarán en Europa, todo será más fácil, pero hasta entonces será el más consistente el que tenga ventaja", añadió.

Consistencia. Podía referirse Wenger a la blandura y fragilidad del Chelsea, un equipo, el de Carlo Ancelotti, que quizá no reconocerá su ex, José Mourinho, cuando lo afronte en marzo, en la Champions, con su Inter, o bien podía pensar el francés en las desventuras del Liverpool de Rafa Benítez -continúa hoy su tormento navideño ante el Aston Villa-, que para intentar sobrevivir en su peor campaña desde que llegó a los reds se ha visto forzado a alinear repetidamente al lesionado Fernando Torres, quien retrasa, según la prensa británica, un obligatorio paso por el quirófano para curar una hernia inguinal, con lo cual aumenta la preocupación española: una excesiva demora podría hacer peligrar su presencia en el Mundial de Suráfrica.

"Si nos quedamos sin él, tendremos un grave problema", dice Wenger

O quizá, al hablar de consistencia, Wenger hablaba de lo que más le preocupa del Arsenal, que puede quedarse sin su boss en la cancha, Cesc Fábregas, las próximas tres semanas si la resonancia que se le debe practicar confirma una temida rotura de fibras en los músculos isquiotibiales producida en el momento de marcar su segundo gol, el domingo pasado, contra el Aston Villa. "Si nos quedamos sin Cesc, tendremos un grave problema en el centro del campo", confesó Wenger.

Un problema muy grande. "El español tiene aires de general", titulaba ayer el Times de Londres tras la exhibición completa -27 minutos, dos goles, un lanzamiento de falta magistral, una lesión- del catalán ante el Aston Villa. No era el Times el único diario británico que se rendía ayer ante su juego. "Fabuloso Fábregas", brillaba en la portada del Guardian junto a una fotografía del jugador, quien en el peor de los casos podría perderse cuatro partidos de la Premier (el primero, mañana, ante el Portsmouth) y uno de Copa. "¿Fue un riesgo excesivo hacerle jugar?", se preguntó Wenger. "Nunca se sabe. Si se pudiera probar que podríamos haber podido ganar sin que él jugara, aceptaría mi culpa, pero eso nunca lo podremos saber", se respondió.