El presupuesto de la Diputación de Pontevedra cae un 30%

Las cuentas de la Diputación de Pontevedra para 2010 caen un 28% con respecto a las del actual ejercicio. El pleno provincial, con los votos en contra de la oposición, ejercida por BNG y PSOE, aprobó ayer los nuevos presupuestos que ascienden a 153 millones de euros. La crisis y el recorte en las transferencias del Estado explican esta bajada que, en todo caso, no afectará al gasto social, cultural y deportivo, según informó el vicepresidente económico José Manuel Figueroa, que insistió en que se trata de unas cuentas "realistas" y ajustadas a la actual coyuntura.

Frente a la postura del PP, la oposición hizo frente común al solicitar la retirada de este punto del orden del día para demandar la elaboración de un nuevo documento basado en el diálogo de las tres fuerzas políticas, al anunciar que el proyecto aprobado "llevará a la Diputación al crack económico", según el portavoz socialista Emilio González.

BNG y PSOE advirtieron ya de la compleja situación a la que se enfrentan las arcas del organismo provincial refiriéndose a un informe del propio interventor en el que se pone la alarma en el nivel de endeudamiento, que alcanzará el 96% en 2010 y el 108% un año después -el límite para las instituciones está en 110%-. Además, el informe aludido aconseja reducir el gasto corriente y recortar la contratación de personal externo.

El fondo de Louzán

César Mosquera (BNG) atribuyó el "despilfarro" de la Diputación de Pontevedra a "intereses estrictamente partidarios" destinados a "comprar voluntades" y sufragar las diversas "mociones de censura" promovidas por el PP en la provincia. Una política que llevará "a la ruina" al organismo, vaticinó, al verse sumergida en "una espiral de subvenciones".

Los socialistas también mostraron su disconformidad con la distribución de fondos del publicitado plan anticrisis puesto en marcha por el presidente del organismo provincial, Rafael Louzán, al recordar Emilio González que "no puede tener una reserva del 20%, más de 14 millones de euros, para que el presidente de la Diputación haga lo que quiera y sólo donde él quiera".

Por el contrario, José Manuel Figueroa defendió la gestión del Gobierno provincial de Pontevedra al erigirse en "salvavidas de los propios ayuntamientos".