_
_
_
_
Reportaje:Fórmula 1

Ferrari hierve con Alonso

Todo en la fábrica de Maranello gira ya en torno al piloto español, a quien se aferra la escudería para cubrir la leyenda de Schumacher y la decepción de Raikkonen

Frente a la mítica fábrica de Ferrari, en Maranello, hay una pizzería que se ha hecho famosa porque se ha convertido en una especie de museo de piezas de la escudería. Desde un colector hasta un capó, pueden verse todo tipo de elementos de los que configuran uno de los bólidos ganadores del equipo italiano. En Maranello el color rojo inunda cada rincón. Todo rezuma competición, fórmula 1, Ferrari en definitiva. Fernando Alonso hizo su primera visita y dejó huella. Todavía no se ha subido al coche del próximo año, pero todo el mundo está convencido de que con el español Ferrari recuperará el prestigio que alcanzó con el legendario Michael Schumacher: cinco títulos consecutivos entre 2000 y 2004.

El alemán fue admirado, no amado; el asturiano "hará que le quieran"
Domenicali: "Binomio perfecto: él quiere ser campeón y nosotros debemos ganar"
Más información
Alonso corre que se las pela

"Para eso le hemos fichado", afirma Luca Cordero di Montezemolo, presidente de Ferrari, sobre Alonso; "Raikkonen apenas hablaba. Le costaba comunicarse con la gente y los ingenieros. Nosotros queríamos una persona carismática, capaz de volver a crear el espíritu de equipo que tuvimos con Schumacher. Alonso lo logrará porque es joven, tiene buena imagen, habla muy bien italiano, es afable con todos y es un gran piloto. Reúne todas las condiciones para triunfar aquí. Y llega en el mejor momento tanto para él como para el equipo".

Es imposible pasear por la fábrica de Ferrari -en la que trabajan 3.000 empleados que producen 6.000 coches al año- sin que alguien pregunte por Alonso. Y lo mismo ocurre en la ciudad de Maranello, donde el cura de la iglesia seguirá haciendo sonar las campanas cada vez que un Ferrari gane una carrera del Mundial. "Alonso es el mejor. Como piloto, creo que está a la altura de Schumacher", asegura un veterano empleado de la sección de motores.

Es difícil suplantar al mito de Schumacher. El alemán llegó a Ferrari en 1996, justo después de ganar con Benetton sus dos primeros títulos, y lo hizo arrastrando con él a un grupo de 20 personas que convirtieron la escudería en un territorio dominado por los técnicos extranjeros. Con el francés Jean Todt y los británicos Ross Brawn, Rory Byrne y Michael Stepney al frente, la parte italiana del equipo quedó en minoría. Schumacher tardó cuatro años en conseguir su primer título. En 1997 y 1998 Ferrari perdió el campeonato en la última carrera. Su leyenda fue creciendo a medida que los títulos comenzaron a llegar.

"Michael recibió mucho de Ferrari y también nos dio mucho", aseguró Montezemolo hace unos días, en una comida de Navidad en el circuito de Fiorano; "por eso, si ahora nos deja

[su fichaje por Mercedes puede confirmarse en cualquier momento], no puede ser considerado un traidor. Es un amigo".

Su marcha tras 14 años, sin embargo, no sienta nada bien ni a los directivos de Ferrari ni a los miles de aficionados italianos, que han comenzado a verle ya como un enemigo. "En realidad, Schumacher nunca fue querido por los aficionados italianos", comenta Andrea Cremonesi, periodista de La Gazzetta dello Sport; "fue admirado, eso sí, porque ganó cinco títulos seguidos. Pero no despertó pasiones ni amor como Gilles Villeneuve u otros pilotos que hicieron mucho menos. Alonso, en cambio, logrará que le quieran, que se apasionen con él. Es latino, su carácter es cordial, sabe cómo llegar a la gente. Será una gran estrella".

Alonso llega solo, sin ningún mecánico ni ingeniero a su lado. Le acompañarán su representante, Luis García Abad, y su fisioterapeuta y preparador físico, Fabrizio Borra. No necesita nada más. Confía en el equipo actual. En sus primeras visitas a Ferrari, el asturiano confirmó todas las previsiones de Stefano Domenicali, el director del equipo, que había pedido hace ya tres años su fichaje a Montezemolo. "No podía equivocarme con él. Sé cómo es y conozco muy bien a mi gente", asegura Domenicali; "cuando nos visitó, habló con los ingenieros, se reunió con el equipo, saludó a los mecánicos. Y luego visitó la fábrica y fue estrechando manos, saludando, firmando autógrafos y haciéndose fotos con todo el mundo. Es encantador. Formamos un binomio perfecto: él quiere volver a ser campeón y nosotros necesitamos ganar de nuevo".

La llegada de Alonso a Maranello se precipitó durante el verano. Tenía previsto llegar en 2011, cuando Raikkonen y Felipe Massa hubieran agotado su actual contrato. Pero el accidente del brasileño en Hungría lo precipitó todo. "No sabíamos si podría volver a correr y la actitud de Raikkonen tampoco ayudaba", comenta Montezemolo; "desde Silverstone, el finlandés fue otro piloto. Por eso decidimos adelantar la llegada de Alonso. Necesitábamos recuperar el espíritu de equipo que tuvimos con Schumacher. Queríamos un piloto implicado con la escudería, que aportara una buena relación y una buena comunicación". Domenicali agrega: "Alonso siempre había querido venir a Ferrari. Y ése es un valor muy preciado entre nosotros".

Las primeras respuestas del nuevo coche en el túnel de viento ofrecen resultados esperanzadores. "Seremos muy competitivos", afirma Domenicali. Nada que ver con el fracaso de 2008, cuando Raikkonen ganó sólo una carrera y los monoplazas rojos no consiguieron estar a la altura de Brawn y Red Bull. "Ocurrió lo mismo que en 2005. Y en Ferrari cuando estás un año sin ganar es un escándalo", comenta Montezemolo; "ahora tenemos al mejor piloto del momento y sabremos darle el mejor coche".

Eso es lo que esperan la escudería, Alonso y los miles de seguidores que componen la ola roja que no sólo invade Maranello, sino todos los circuitos del mundo. En Ferrari todo gira ya en torno a Alonso.

Fernando Alonso, Luca Cordero di Montezemolo y Felipe Massa (de izquierda a derecha), en Cheste en noviembre pasado.
Fernando Alonso, Luca Cordero di Montezemolo y Felipe Massa (de izquierda a derecha), en Cheste en noviembre pasado.REUTERS

El pique con Massa

Hay una duda latente en el horizonte del fichaje de Fernando Alonso por Ferrari. ¿Cómo será la relación entre el español y su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa? "Lo hemos hablado más de mil veces con Domenicali", responde Luca Cordero di Montezemolo al respecto; "él siempre me responde lo mismo: son inteligentes y saben que lo primero es siempre el equipo. Deben ser competitivos y está bien que quieran ser mejor que su compañero, pero nunca deben olvidar que corren para Ferrari y que la escudería está por encima de todo".

Durante el pasado GP de Brasil, Massa afirmó ante periodistas de su país que Alonso sabía todo lo concerniente al accidente voluntario de Nelsinho Piquet en Singapur en 2008, que le permitió ganar aquella carrera. "Era imposible que no lo supiera", sentenció. En Ferrari sus declaraciones sentaron fatal. Le obligaron a hacer una rectificación inmediatamente y le advirtieron de que aquél no era el camino.

Alonso aseguró que espera mantener una buena relación con él porque puede aportarle muchas cosas "por su buen conocimiento del equipo". El asturiano no quiere tener problemas en Ferrari. Ya los tuvo, y muy serios, en su paso por McLaren en 2007, cuando su pésima relación con Ron Dennis y Lewis Hamilton le obligó a renunciar a los dos años que le quedaban de contrato y regresar a Renault. "Aquello no se repetirá", afirma Domenicali; "muchos intentarán enfrentar a Alonso y Massa, pero nuestro equipo es tan fuerte que puede pasar de ciertos comentarios".

Sin embargo, la duda persiste. ¿Qué ocurrirá si Massa se impone a Alonso en las primeras carreras? ¿O si, como se espera, ocurre lo contrario? ¿Sabrán uno y otro aceptar su papel? "Los dos van a tener las mismas condiciones", aseguran en el equipo. Eso no fue lo que ocurrió con Schumacher. Y Alonso llega a Ferrari en unas condiciones muy parecidas: como doble campeón mundial (2005 y 2006) y con la vitola de ser uno de los mejores pilotos del momento. "Tener a Fernando de compañero es una motivación. No me asusta; al contrario, me espolea. Además, con él habrá más diálogo que con Raikkonen, que no hablaba", dice Massa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_