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Reportaje:

El primer 'hotel' de Benidorm

Hallados restos del primer asentamiento estable en la ciudad hace 10.000 años

En las zonas costeras es donde los humanos del periodo prehistórico del Mesolítico, que transcurrió entre 7.000 y 12.000 años atrás, dejaron de ser nómadas para crear los primeros asentamientos permanentes. Se cree que el cambio climático que supuso el final de la glaciación contribuyó decisivamente.

Dos arqueólogos, Javier Fernández y Marco Aurelio Esquembre, han descubierto un yacimiento en el que se asentaron quienes pueden haber sido los primeros habitantes estables de Benidorm. Es conocido como L'Abric de la Pedrera, en el parque natural de Serra Gelada, y aunque estaba catalogado en los archivos de la Dirección General de Patrimonio de la Consejería de Cultura, no se sabe ni desde que año está inscrito como del mesolítico sin fecha.

El edil de Patrimonio, Jaime Llinares, ha decidido financiar con fondos municipales un proyecto que dirigirá la empresa Arpa Patrimonio, en colaboración con Beta Analist, con sedes en Florida y Londres, donde están los registros de dataciones más amplios del mundo. El presupuesto ronda los 13.000 euros.

Lo primero será ajustar el momento del asentamiento, que indicará una prueba del carbono 14 del polen y los materiales encontrados, aunque los autores del proyecto estiman que puede tener entre 8.000 y 10.000 años, superando en antigüedad a la Cova La Pinta, en Callosa d'En Sarriá, Sa Cova de Dalt, en Tàrbena, o L'Abric d'Orxeta. Sería, pues, el yacimiento prehistórico más antiguo de La Marina Baixa. Llinares calificó el hallazgo como "el primer hotel de Benidorm", que tendría casi 10.000 años y que habrían habitado cazadores y recolectores. Hasta ahora, los restos más antiguos de Benidorm son del Tossal de la Cala, un bien de interés cultural de la época ibérica, de hace menos de tres milenios.

Ha sido casi un milagro que se haya conservado el yacimiento. Hasta su acceso está "muy afectado" por la ampliación de la depuradora, hay zonas destruidas recientemente por obras públicas y desde hace años "es removido por turistas y expoliadores de piezas prehistóricas", reconoce Javier Fernández.

Pero la mayor parte del contenido arqueológico está todavía por descubrir. Hay herramientas y útiles de piedra, restos de fauna, polen o carbones, pero "no se descarta que aparezcan restos humanos", como ha sucedido en un yacimiento similar de Ares del Maestrat, en Castellón.

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