Picasso sin fin

Qué tienen en común tres poblaciones del sureste francés tan dispares como Arles, meca de la fotografía; Vauvenargues, perdida entre montañas, o Saint-Tropez, paraíso de vacaciones de algunos famosos? En apariencia, nada. Sin embargo, están unidas por un genio de la pintura, Pablo Picasso, que encontró motivos suficientes para echar raíces y desarrollar gran parte de su obra junto a sus múltiples musas. Las tres ciudades y ocho lugares más componen un apasionante tour lúdico-cultural tras las huellas del artista malagueño, que allí reposa para siempre desde 1973, cuando murió a los 91 años.

01 Aviñón-Ménerbes

Iniciamos la ruta en Aviñón. Picasso la visitó en 1914 con Eva Gouel, su segundo amor, a los 31 años. Una ciudad cuyo símbolo es el palacio de los Papas, a orillas del Ródano. El museo Angladón (5, Rue Laboureur; www.angladon.com) contiene seis obras del pintor, como Ventana abierta al mar.

Unos 36 kilómetros al norte de Aviñón, sobre un horizonte de viñedos, se alza Ménerbes. Nada más entrar puede verse la mansión que Picasso adquirió a cambio de un dibujo en 1944, y con la que consoló a Dora Maar, fotógrafa que captó toda la creación de su Guernica, tras separarse de ella y unirse a François Gilot.

02 Les Baux-Arles

A 25 kilómetros de Aviñón, sobre un peñasco, se agazapa Les Baux-de-Provence. En su cantera, Picasso ejerció de actor en El testamento de Orfeo (1959), de Cocteau. Hoy es una mágica Catedral de las Imágenes (www.cathedrale-imagenes.com), donde hasta el 3 de enero puede verse un audiovisual de 30 minutos en el que sus obras se proyectan sobre paredes, suelo y techo fusionadas con músicas. Y como complemento, tres exposiciones sobre el artista.

De Les Baux, a 15 kilómetros, está Arles. De gran tradición artística, fue muy frecuentada por Picasso, fascinado por su anfiteatro romano que le permitía disfrutar de su pasión taurina. Donó 57 dibujos al museo Réattu (10, Rue Grand Prieuré, www.museereattu.arles.fr) y hay dos lienzos suyos: Retrato de María (su madre) y Retrato de Lee Miller en Arlésienne.

03 Aix-Vauvenargues

En Aix-en-Provence, a 77 kilómetros de Arles, nació Paul Cézanne, uno de los referentes de Picasso, y allí vivió éste en 1958. Su local predilecto era la brasería Les Deux Garçons (53, Cours Mirabeau).

A 14 kilómetros de Aix se encuentra Vauvenargues, aldea a los pies de Sainte-Victoire, montaña inmortalizada en cientos de lienzos de Cézanne. Picasso se enamoró de su castillo a los 77 años. "He comprado un Saint-Victoire", le dijo a su marchante, quien, creyendo que era un cuadro de Cézanne, le preguntó: "¿Cuál?". Y Picasso respondió: "¡El original!". Allí vivió con Jacqueline y allí reposa junto a ella. Está cerrado al público, pero vale la pena ver el exterior.

04 St. Tropez-Cannes

Tras 135 kilómetros desde Aix llegamos a Saint-Tropez. Aquí Picasso disfrutó varios veranos desde 1916, en la Rue des Bouchonniers. Unas veces, con François Gilot, madre de sus hijos Claude y Paloma, y otras, con su amante Genevieve Laporte. Aproveche para ir a la zona de playas, donde se encuentra el Club 55 (Boulevard Patch), el local más cool.

De Saint-Tropez a Cannes hay 76 kilómetros. Picasso quedó fascinado por esta meca del cine europeo en 1927 y en 1955 compró La Californie, que convirtió en su taller y donde vivió con Jacqueline.

05 Mougins-Vallauris

A siete kilómetros de Cannes está Mougins, pueblo medieval con callejas plagadas de galerías de arte. Picasso disfrutó aquí de sus mejores años con Dora Maar (1936-1939) y regresó en 1961 para vivir con Jacqueline hasta su muerte. El Museo de Fotografía André Villers (Porte Sarrazine, s/n) muestra sugerentes imágenes cotidianas de Picasso.

Otros nueve kilómetros desde Mougins nos llevan a Vallauris Golfe-Juan. En 1946, Picasso descubrió allí el arte de la cerámica en el taller Madoura. En agradecimiento, realizó la escultura Hombre con cordero, hoy en la plaza de la iglesia. Y en la capilla del antiguo castillo pintó su obra monumental, La guerra y la paz, que cubre la bóveda. En el Museo Picasso (Place de la Liberation, s/n; www.musee-picasso-vallauris.fr) pueden verse algunas de sus cerámicas y dibujos.

06 Antibes

Sólo ocho kilómetros separan Vallauris de Antibes. Picasso llegó en 1945 con Dora Maar y regresó en 1946 con su nueva musa, Francoise Gilot, 40 años más joven. Su ilusión quedó reflejada en obras como La alegría de vivir, del Museo Picasso de Antibes, que ocupa el antiguo castillo Grimaldi y que fue su taller. Allí se exponen 23 pinturas y 44 dibujos, esculturas y cerámicas suyas.»

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