Los partidos catalanes votan la ley antitaurina convencidos de su éxito

El Parlament vivirá hoy uno de los plenos más pasionales de los últimos años. Los partidos votarán una iniciativa legislativa popular (ILP) de grupos de defensa de los animales para prohibir las corridas de toros en Cataluña. La propuesta, que llega acompañada de 180.000 firmas, tiene visos de prosperar: las protectoras necesitan 68 votos y cuentan con 33 (21 de ERC y 12 de ICV-EUiA). Les faltan 35 que, según todos los cálculos, procederán básicamente de CiU y en menor medida del PSC. El bloque protaurino suma 17 escaños (14 del PP y 3 de Ciudadanos).

La votación estará rodeada de suspense porque tanto CiU como el PSC dan libertad de voto, que además será secreto. A José Montilla, presidente de la Generalitat, no le agrada en absoluto la propuesta y votará no. De hecho, los socialistas desempeñan un papel ambiguo porque, al igual que el PP y Ciudadanos, defenderán una enmienda a la totalidad contra la ILP. Es decir, propondrán que ésta no prospere porque hoy no se vota el no a las corridas, sino que siga su curso como cualquier iniciativa legislativa. "La enmienda es una cuestión técnica para no tener que votar las de los demás", alegan en el PSC. "Es surrealista presentar una enmienda a la totalidad y dar libertad de voto", contrapone Josep Rull, diputado convergente. Artur Mas, presidente de CiU, votará a favor de la ILP.

Miembros de las protectoras temen que tras el voto secreto que ha pedido el PSC se esconda una estrategia contra la ILP. "En nuestro grupo hay antitaurinos y protaurinos, pero la mayoría está en contra de prohibir nada", afirma David Pérez, diputado socialista y firme defensor de la corrida.

Esta historia no es nueva porque el 23 de junio de 2006 se aprobó en el Parlament una proposición de ley de ERC en contra de las corridas modificando la actual Ley de Protección de los Animales, que hace una salvedad con ellas. Se aprobó por 74 votos (los de CiU, ERC e ICV) frente a 51 (PSC y PP), pero decayó por agotamiento de la legislatura. CiU no dio entonces libertad de voto y ahora sí. "En esta legislatura no incluimos las corridas en el programa y no vamos a improvisar. No digo que no sea un error", admitió Rull.

En aquella sesión se rechazó otra propuesta de ICV para la eliminación progresiva de los correbous, muy tradicionales en las comarcas del Ebro. Y CiU no la apoyó. En cualquier caso, los defensores de los animales no han querido citar de momento ese espinoso asunto. En el debate, ERC planteó su tesis en los términos razón-tradición, ICV basó su oposición en que está contra la tortura de los animales y CiU se amparó en que existía ya un pliego de 500.000 firmas contra las corridas. El PSC lamentó que el sentimiento antitaurino pueda nacer de identificar los toros con España. La discusión no sirvió de gran cosa porque la legislatura acabó. Pero esta vez, al ser una ILP, aunque hubiera elecciones anticipadas, el proceso continuaría.