Estudiantes, sí o sí
El Estudiantes de La Plata se convirtió ayer en el primer finalista del Mundial de Clubes tras un partido loco y polémico (2-1) en el que tres surcoreanos del Pohang Steelers fueron expulsados, portero incluido, y dos de los tres goles fueron en claros fueras de juego.
Los surcoreanos dominaron la primera parte hasta que Leandro Benítez tiró una falta que remató de cabeza Boselli en posición ilegal. Los únicos que no lo vieron fueron Rosetti, el árbitro italiano, y su linier, Copelli. Rosetti, en concreto, consideró que no había tocado el balón. Gol. El mismo Benítez metió el segundo nada más reanudarse el partido.
Luego, empezó el festival de tarjetas y expulsiones que diezmaron a los surcoreanos. Hwang se fue al vestuario en el minuto 56 por dos amarillas. Kim, en el 71. Un minuto antes Denilson había recortado distancias. El brasileño acabó sustituyendo al portero cuando siguió el camino de sus compañeros (m. 77).
Al final, los 5.000 hinchas argentinos presentes se fueron contentos. Verán a su equipo en la final, como estaba previsto, aunque lograran el objetivo de forma lamentable.
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