Mata a su mujer y se queda 4 horas viendo la televisión junto al cadáver
Hacia las 21.00 del lunes, Matíes, de 86 años, golpeó presuntamente a su mujer, Mercedes, de 80, hasta matarla con el bastón que ella usaba para apoyarse. Luego, este vecino de Catadau -que según testimonios de su entorno daba muestras de un extraño comportamiento en los últimos días- permaneció frente al televisor unas cuatro horas hasta que finalmente decidió comunicar lo que había hecho a su hijo quien, de inmediato, notificó el suceso a la Guardia Civil.
El crimen eleva a 12 el número de mujeres muertas a manos de sus parejas o ex parejas en la Comunidad Valenciana, según la Plataforma Feminista de Valencia, y a 52 en toda España, de acuerdo con los datos del Ministerio de Igualdad.
Un amigo del detenido dice que estaba "extraño" últimamente
Este carnicero jubilado informó del asesinato a su hijo, que vive cerca de él, hacia la una de la mañana, según el relato de varios vecinos. El presunto homicida no opuso resistencia y fue trasladado por los agentes hasta el cuartel donde ayer pasó ayer todo el día prestando declaración. Todo parece indicar que hoy pasará a disposición de los juzgados de Carlet.
La madrugada fue muy movida en torno a la estrecha pero céntrica calle de San Roque de Catadau, el domicilio del presunto homicida. Como sucede en muchas ocasiones similares, los habitantes de esta localidad de la Ribera Alta a duras penas daban crédito a lo sucedido. El matrimonio es muy conocido en el pueblo, durante años regentaron una céntrica carnicería, próxima al Ayuntamiento, situada en la planta baja de la vivienda.
Vicentica, vecina del matrimonio, habló con Mercedes alrededor de las 10 de la mañana del lunes, en el ambulatorio donde coincidieron y al que la víctima acudió a tratarse un resfriado. "Hablamos del hijo y de la nuera, también de la hija que vive en Alginet, no me lo explico" repetía esta mujer, que no se podría creer lo sucedido.
Gloria, que vive en la casa de enfrente de donde tuvo lugar el suceso, tampoco se lo explicaba: "Estaban muy unidos, nunca oí de Mercedes una queja sobre su marido. Si la hubiera maltratado lo sabría".
"No le he visto discutir nunca con nadie" decía el concejal Pedro Bisbal, mientras tomaba un café. Vicente Juanes, un jubilado con el que junto a otros amigos coincidía todos los días tomando el sol en la plaza de España, relató que la pareja se llevaba muy bien. Sin embargo, observó la pasada semana un comportamiento "un tanto extraño" en Matíes. "En lugar de estar sentado con nosotros hablando de fútbol daba vueltas él sólo alrededor de la plaza", comentó.
No fue la única ocasión que mostró una conducta extraña que le desconcertó: "Tampoco se fiaba de los médicos, nos decía que le iban a envenenar".
La muerte de Mercedes conmocionó a los 2.700 vecinos de esta localidad del Marquesat, subcomarca de la Ribera Alta, en la que ayer las banderas del Ayuntamiento ondearon a media asta en señal de duelo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.