Corina Porro descarta la evaluación ambiental del relleno de Vigo

No habrá declaración de impacto ambiental para la ampliación del muelle de Areal, en Vigo. Pese a la cascada de denuncias, especialmente tras conocerse el vertido en la zona de escombros procedentes de un túnel del AVE, la obra es irreversible. "No hay marcha atrás", advirtió ayer la presidenta de la Autoridad Portuaria viguesa, Corina Porro, que respondió con argumentos relativos a la importancia económica del proyecto a la pregunta de si se debe someter a una evaluación ambiental que blinde su seguridad jurídica.

El Puerto basa su resistencia a la evaluación ambiental en un fallo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que declaró innecesario ese trámite. El tribunal gallego examinaba un proyecto distinto al que ahora impulsa Porro, que en su primera fase ocupará una superficie de 49.210 metros cuadrados. Pero la presidenta siempre sostuvo que el sistema empleado sería el de un muelle sobre pilotes, menos agresivo, y no de un relleno. Pese a la evidencia de que se están vertiendo cascotes procedentes del AVE, Porro sostiene que no se destinan a un relleno, sino a un "recinto para confinar lodos". Y que lo que llega de las obras del tren no son escombros, sino "granito". "Ser rigurosos con el medio ambiente es mi prioridad", afirmó.

El reciente fallo del Tribunal Supremo que anula un relleno de 300.000 metros cuadrados de Marín es el otro antecedente que cuestiona el proyecto, y está entre los fundamentos de todas las denuncias, dadas las similitudes con la obra del Areal. En el caso de Marín, el TSXG dio la razón inicialmente al Puerto, que perdió sin paliativos en el Supremo. En la presentación de un libro del fotógrafo Ricardo Grobas sobre el Puerto, Corina Porro se mostró despreocupada por las querellas: "La obra cuenta con todos los informes de legalidad". La ex alcaldesa cargó contra su sucesor, Abel Caballero, quien ha anunciado que acudirá al juzgado para paralizar la fuente cibernética que proyecta Porro en el muelle de transatlánticos. "Eso demuestra que tiene mala fe", le acusó, para tacharle a continuación de "incompetente" por su labor al frente de la Autoridad Portuaria.