La quema de un retrato de Jomeini azuza la división iraní

Un controvertido vídeo que muestra la quema de un retrato del fundador de la República Islámica, Ruholá Jomeini, volvió a evidenciar ayer la división de Irán. Mientras el líder supremo, Ali Jameneí, y la Guardia Revolucionaria responsabilizaban a la oposición y advertían de severas consecuencias, los dirigentes y simpatizantes del movimiento reformista, respaldados por algunos altos clérigos, acusaron a la televisión estatal de haber fabricado las imágenes. Los opositores sospechan que el núcleo duro del régimen está tratando de crear un ambiente propicio para acabar con su contestación.

El vídeo (http://www.youtube.com/watch?v=zN3jL5mvBdc) muestra una mano que enciende un mechero y prende fuego a un retrato de Jomeini. Una segunda persona, de la que igualmente sólo se ven los brazos, quema otra foto de Jomeini con Jameneí, y otra del presidente, Mahmud Ahmadineyad. La televisión estatal repitió una y otra vez esas imágenes el pasado lunes, tras las protestas de la oposición con motivo del Día del Estudiante.

Deshonrar cualquier representación del líder supremo se castiga con la cárcel

"Están violando la ley e insultando al imán Jomeini", dijo ayer el líder supremo durante un discurso televisado. Aunque no mencionó por su nombre a los dirigentes opositores, les responsabilizó de "haber preparado el terreno para que los enemigos de la revolución... insulten al sistema". Jameneí les recordó también que sus manifestaciones eran ilegales y subrayó que no va a tolerar más protestas.

Poco antes, la Guardia Revolucionaria, un ejército paralelo con mayor capacidad militar que el convencional, advirtió que "no tolerará ningún silencio o duda en la identificación, juicio y castigo inmediatos de los responsables de este horrible insulto". En Irán la profanación de la imagen del líder supremo, actual o anterior, es un delito penado con dos años de cárcel. Y aunque durante las protestas del lunes hubo manifestantes que rompieron retratos de Jameneí, nadie supo de la quema del de Jomeini hasta que lo mostró la televisión estatal.

Los dos dirigentes opositores, Mir-Hosein Musaví y Mehdi Karrubí, aseguraron en sus respectivas páginas web que sus simpatizantes no tienen nada que ver con ese incidente. En su opinión, se trata de un montaje del régimen para desacreditar al movimiento de oposición. Algunos comentaristas daban a entender que se está buscando un pretexto para detener a Musaví. Pero el alboroto desatado lo habría impedido. Cientos de universitarios protestaron de nuevo ayer contra lo que califican de infundio.

Hasan, uno de los nietos de Jomeini, reprochó a la televisión estatal haber difundido las polémicas imágenes, que describió como "distorsionadas". Igual opinión mostró el gran ayatolá Yusef Saaneí, respetado clérigo que ha apoyado a Musaví y para quien los ultras intentan distraer a la gente de su propia incompetencia.